sábado, 16 de junio de 2012

On The Road Again (Donosti)


Y fueron llegando esos días en los que me iba a encontrar con mi propia historia. En lo musical porque de nuevo vería sobre el escenario a un grande, uno de esos músicos que han hecho que el Rock sea algo más que Música, se convierta en parte del alma, y con las expectativas de qué podría o no pasar después de demasiadas cosas alrededor de él mismo y esa banda que es un icono para el que suscribe en el mundo del Rock'N'Roll, la maravillosa "E Street Band".

Ese 2 de Junio presagiaba lluvia, mucha lluvia en la hora del concierto, y esos satélites que pululan por ahí no se equivocaron ni un ápice, porque ajustándose como un reloj a esa media hora de rigor con la que nos regala de retraso para comenzar sus conciertos (algo que no entiendo) el agua comenzó a caer con los primeros sones del "Who Stop The Rain?"... ¿casualidad? no lo creo, pero ese tema es una sensación única que me llegó al alma.
A partir de aquí disipé algunas dudas, cosas que me emocionaron y me hicieron tragar saliva una y otra vez y otras que aún hoy no entiendo, pero eso es parte de lo que hace que ame la Música y a tipos como los que estuvieron en ese escenario.
Soy fiel seguidor del pensamiento de mi querido mentor, Goyo "Primero escucho, después me corro..." sobre todo porque muchas veces ya te has corrido y luego pasa lo que pasa, por eso los conciertos los escucho, intento que me lleguen al alma y después, pues eso.

Hay que amar mucho la Música (Amar con mayúsculas, que es lo que hace Bruce) para ponerse cuarenta años después de todo a cantar, saltar y destrozar defensas emocionales con tres horas de concierto sin parar, dando un recital de entrega, Música y Rock. Hay que amarla mucho y creer en uno mismo, que es lo que hizo y sigue haciendo este rockero de N.J. cuando se presentó ese día 2 bajo la lluvia y con unas ganas de enloquecernos a todos que tiraban para atrás, y ese amor es contagioso, porque a día de hoy el escenario (en parte por desgracia) es sólo Bruce, y eso se nota.
No creo que necesite sacar un disco para hacer una gira, hasta el año 1984 posee una batería de canciones que sustentan un concierto de aquí a la Eternidad, pero al menos este "Wrecking Ball" es lo mejor que ha hecho en los últimos 15 años, y se nota, ¡vaya si se nota!. El disco le sirve de excusa, hace la gira pero ahora el show lo entrega con esos temas antiguos que son parte de la historia, de mi vida y de mi alma, y eso ya no tiene precio.

Bruce Springsteen, la E Street Band y los temas de esos discos mágicos no tienen rival en el Rock, y en eso a pesar del tiempo todo ganó, mucho más que mis últimos encuentros con él.
Hasta aquí todo lo que yo quería, a partir de ahí, luces y sombras que me niego a obviar, porque me gusta correrme de gusto cuando realmente puedo y quiero, no porque lea algo o me suponga que algo tiene que suceder.
Ese día 2 la banda no pudo seguirle, y eso me apenó mucho, porque yo amo a Bruce y su Música, me emociona, me hierve la sangre, me lleva a lo más alto, pero amo también a esos músicos que hacen que su Música me atraviese, y quiero verlos, deseo el solo de guitarra furibundo de Nils arañándome las entrañas, ese piano de Roy entrando como un sueño, la guitarra de Stevie bramando, su voz haciendo el coro perfecto a su amigo pegados al micro, ese "Hammond" aullando... y no los tuve.
Hubo detallazos de todo porque son demasiado buenos y van sobrados, pero Bruce llevó todo el concierto él solo y me faltó algo. Si la idea es suplir los años de carretera que ya se van notando con otros nueve músicos sobre el escenario, no seré yo quien le diga que se ha equivocado, pero eso ya no es la "E Street Band" (salvo el sobrino de Clarence que es parte de la banda de una manera absoluta) es una fantástica banda que apoya a la leyenda, y eso me gusta menos.

El Jefe los sabe utilizar, y suple carencias que ese día 2 se vieron, en algunos momentos son simplemente deliciosos, pero ese gustillo a rancio que quería se me difuminó un poco, aunque los viejos temas lo mantuvieron todo el concierto.
Tres horas de Rock, el homenaje sentido al amigo, colega y mano derecha Clarence con ese tema en el que nos involucra a todos "Tenth Avenue Freeze-Out" un músico excepcional, genio, leyenda y amante de lo que le ha dado todo, la Música, que en él sí que es esencia, la entrega de alguien que arrastra lo que quiere, y esos pocos "peros" que debo decir para poder correrme a gusto después.
Su voz no es lo que era, necesita hacer solos de guitarra desgarradores porque Nils no los hace, pero lo que suena, lo que envía, lo que lleva es tan auténtico, tan creíble, rezuma tanta honradez que eso no se puede pasar por alto, porque se podría haber retirado hace mucho y cuando decide subir a un escenario, como ese día 2 de Junio lo hace para darse.

"He visto el futuro del Rock'N'Roll" cuarenta años después, con los temas que jamás, por la Eternidad y un día, dejarán de ser parte de esos pilares que sustentan una Música que Amo, me mantiene vivo y me hace correrme de gusto.


2 comentarios:

  1. Cierto, esa noche no paró la lluvia, tampoco hizo falta que lo hiciera, al minuto uno los corazones de todos latían a cien por hora y él, estaba allí marcando el pulso. Lo sabe, entiende perfectamente ese intercambio de emociones y por eso lo da todo. Aquella noche no fue la lluvia lo que me empapó, lo que me cayó encima fue rock a borbotones, mi alma bebió de ello, escuché, saboreé, me emocioné, el resto.. muy especial, mío.
    Estas líneas me han devuelto el recuerdo, lo has descrito con un sentimiento que traspasa mas allá de las palabras, me quedo con eso, es devoción por la Música y eso se nota. Emocionante. Te felicito.
    Muchos besos.

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