sábado, 26 de mayo de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDXLVI

Desfacemos entuertos porque este "Paseo Por Los Sueños hace tiempo que ya no sabe de conocidos o desconocidos, y no haber traído más a este artista increíble y único no tiene perdón, por eso comenzamos de nuevo...


Roy Buchanan (Second Album) 1973


Y en estos momentos uno se pone en pie, hace una justa reverencia y se dispone a dejarse empapar por los sonidos de una guitarra única, maravillosa, genial, los sonidos que surgen de los dedos y el talento del que fue y seguirá siendo para mí por los siglos de los siglos, "El Mejor Guitarrista Conocido de la Historia" o el que será por siempre según esa misma historia "El Mejor Guitarrista Desconocido de la Historia".
No voy a meterme en la técnica musical de Roy, primero porque sería de un presuntuoso que alucinas, segundo porque no me emociona la técnica, me emociona el alma, y este músico tenía alma cuando tocaba su "Telecaster" y nos hacía soñar simplemente con la voz de esas seis cuerdas de acero que nadie, absolutamente nadie ha hecho hablar como él.
Cuando alguien es especial, llena su Música, su manera de entenderla y sobre todo su manera de hacerla llegar, y alguien que puede hacer estremecer con lo que salía de entre sus manos a través de esa compañera a la que amaba por lo que representaba como extensión de sus entrañas, es muy especial, único, y Roy lo era, y seguirá siéndolo, porque lo eterno de la Música cuando es así, maravillosa y genuina, no se acaba nunca.
Tengo predilección por este "Second Album", hay cosas de la fibra (eso que se te pone cuando algo te atraviesa) y el despegue musical del genio tras un primer álbum un poco menos lineal, pero en este se puso a lo que sabía y consiguió una pieza de museo entre el Blues y un poco de todo lo que dominaba que es pura dinamita.
34' donde la guitarra te lleva constantemente, sus cuerdas te abrazan, te abruman, te arrullan y a la vez en esos momentos fieros que sólo él conseguía te lacera y atraviesa cuando ataca furibundo solos demenciales que no se pueden repetir, con los agudos incrustándose en tu cerebro, los vaivenes de notas infinitas que recorren todo el traste de un instrumento que se transforma en un estilete preciso para llegar hasta el alma, hacerla suya y engancharte a su Música por siempre jamás. 
Roy se encarga, ¡¡cómo no!! de las guitarras y la voz, ese tono melancólico de recitador de historias, grave, profundo, que le sirve exclusivamente para entrar en tu universo mientras cede todo, absolutamente todo a su compañera.
Dick Heinze a los teclados, especialmente con el "Hammond" que se atreve alguna vez a replicar los solos de Roy, manejado con maestría para sacar otro de esos sonidos que la historia nunca olvidará.
Teddy Irwin en la guitarra acústica, Jerry Mercer en la batería y Don Payne al bajo forman el grupo que sustenta los maravillosos desvaríos de la guitarra, conocedores de lo que deben hacer y cómo, sin excesos y estando simplemente donde deben.
"Second Album" es una joya, con ocho piezas que recorren los dedos de Roy, dos de ellas furibundos Blues genuinos que estremecen, como esa barbaridad "After Hours" que te atraviesa sin mesura, lo de "Five String Blues" ya es de traca, la guitarra comienza cortando, y acaba abrasando.
El resto es mejor no atreverse, si lo haces... "Thank You Lord" una de las escasas ocasiones en las que la acústica te susurra y la voz de Roy te mece cantando, sin recitar, o esa cabalgada al uso que tanto le gusta, con la banda lanzada y él a lo suyo "Treat Her Right", el grandioso homenaje al gran Elmore James en su "Tribute To Elmore James" y esa pieza que es una de las más increíbles creaciones instrumentales para una guitarra llamada "She Once Lived Here" algo más que un tema. "Filthy Teddy" te pone sobre aviso y arranca el disco de 0 a 100 en milésimas. Si no fuera por lo que es, mi favorita sería "I Won't Tell You No Lies" una maravillosa manera de jugar con el tempo y ese alma que ya no puede más.
La portada una preciosa foto a contraluz de los focos con Roy tocando, y la contraportada una maravillosa sensación de paz con el músico relajado en un sillón acariciando a su compañera.
Si conoces a Roy, recordemos juntos a este artista único, si no le conoces, atrévete a entrar en su universo, una manera fascinante y especial de entender el sonido de una guitarra, la Música, la esencia, el alma...



A Goyo, que me enseñó quién era, cómo era y por qué era así. 
Allí donde estés, que puedas charlar con Roy de lo que mejor sabéis ambos, la Música.

1 comentario:

  1. Uno no puede resistirse al maravilloso blues de Roy Buchanan.
    Roy y su guitarra, algo, no, mucho más que un músico y un instrumento, son alma y sentimientos en forma de sonidos. Dejarse llevar por la música de Roy es vivir en otra dimensión.
    Me uno a la invitación de Agilulfo. Si alguien no lo conoce, que se lance sin reparos a vivir la aventura de conocerlo y disfrutarlo.
    Besos para todos.
    Hasta el próximo.
    Ciao

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