miércoles, 4 de abril de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDXXIII

Un grupo que ya nos acompañó en una entrada con un disco mítico ahora nos visita con otra delicatessen de esas que hacen soñar...


Magna Carta (Seasons) 1970


La trayectoria musical de Magna Carta, especialmente en sus primera década, es simplemente mágica. Mágicos y evocadores sonidos que llenan y embriagan, como en este su segundo álbum, una maravillosa belleza tanto compositiva (sobre todo y por encima de casi todo) como interpretativa, con unos músicos geniales que transforman las creaciones en una auténtica orgía sensorial.
El Folk llevado a extremos de exquisitez suprema, siguiendo, o mejor dicho aumentando esa serie de grupos y solistas excepcionales que en las Islas dieron un nuevo sentido a esta palabra, con obras simplemente de seda.
"Seasons" es un disco sublime, en este estilo delicado y sensual una maravilla, con el concepto de ópera que cubre toda la primera cara dedicada íntegramente para la maravillosa pieza que da título al disco, 22' de orgía musical, composición compleja, sugerente y a la vez excepcional, donde los componentes del Folk se dan cita para arrastrarnos a un universo de sonidos únicos, coros y voces increíbles, acústicas que te acarician la piel, un desarrollo melódico fantástico llevado a cabo por músicos de altísimo nivel.
La obra se puede considerar como un todo, para mí es más conceptual de lo que parece, porque además la segunda cara no pierde en ningún momento el sentido musical del conjunto, y salvo pasajes que se dejan ir de ritmos un poco más fieros donde la percusión y la orquesta se lanzan al vacío, la calma vuelve a envolvernos durante todo el espectáculo que es este disco.
Junto a los creadores de este sueño, el trío que es Magna Carta, con Chris Simpson como maestro de ceremonias, creador, guitarra, voz y alma mater, Lyell Tranter en las guitarras y voces y la majestuosa garganta de Glen Stuart, hay una amalgama de músicos que consiguen que la piel se te erice con los sonidos, a saber:
Barry Morgan y Tony Carr en la batería; Tony Visconti y Spike Heatley al bajo; Rick Wakeman en los teclados; Davy Johnstone en la guitarra y el sitar; Peter Willison al cello y Derek Grossmith en la flauta.
Un disco excepcional, un viaje a las entrañas del Folk Prog. que nos apasiona, un crucero por mares de sueños, fantasías y tierras mágicas, de la mano de una obra que no deja ni un surco para enamorar, una verdadera joya.
Atrévete a escuchar esta barbaridad y quizás te acerques al lugar donde los sueños se crean. 

Side One:  Seasons (prologue, winter song, spring poem, spring song, summer poem, summer song, autumn song, epilogue, winter song (reprise))
Side Two:  Goin' my way;  Elizabethan;  Give me no goodbye;  Ring of stones;  Scarecrow;  Airport song





3 comentarios:

  1. La extrema delicadeza, eso es lo que encuentro en los sonidos de Magna Carta, un placer al que me abandono cuando lo que deseo es sentir que la música me mece el alma.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues déjate mecer, ya verás lo bien que desapareces de este mundo.
      Besos,

      Eliminar
  2. Escuchar a Magna Carta y sentirme en otro lugar, un espacio lleno de fantasía, es todo uno.
    Me encantan. Como dice Jane es delicadeza en estado puro.
    Con una compañía así el tiempo vuela.
    Un beso.
    Hasta el próximo.
    Ciao

    ResponderEliminar