domingo, 18 de marzo de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDV

Uno de esos casos que siempre me apasionan, músico con un público, no mucho más allá de pequeños grupos de incondicionales, oculto en las sombras y excepcional.


Steve Forbert (Little Stevie Orbit) 1980


Este rockero impenitente, dotado para crear canciones que llegan al alma, típico músico que siempre parece que vas a verlo con su guitarra colgada del hombro y buscándose la vida de tugurio en tugurio (algo que por otra parte ya ha hecho) no moverá nunca masas para vitorearle en estadios ni grandes lugares, pero por su Música, su manera de entregarla y su forma de vivirla siempre tendrá un grupo de incondicionales entre los que me encuentro, para seguir disfrutando y saboreando esos sonidos que hace llegar.
"Little Stevie Orbit" es su tercer trabajo, y de esa primera época que me fascina, antes de una serie de circunstancias que casi lo pierden para siempre, el disco que más me gusta, quizás porque se le nota ya seguro de todo lo que hacía, que era mucho y bueno, con un conjunto de canciones maravillosas que son parte de la historia popular.
Con esa voz de aguardiente y el semblante de perdedor que tanto se ha visto en este mundo de los sonidos y las emociones, sus palabras se deslizan como un susurro sobre la piel, en esos temas que sugieren historias de búsqueda, partidas o encuentros, baladas que son pedazos de alma herida y que se transmiten por las entrañas, pero si ataca un buen rock'n'roll todo vibra y la Música te envuelve para llegar hasta donde desees.
Este álbum es una perfecta muestra de ello, con trece temazos que te llegan por donde quieres, 43' que abarcan canciones de composiciones maravillosas, como esa joya que es "Cellophane City", tremendo el Rock sostenido con ese saxo que abrasa, baladas de las que ya hemos comentado, que se te meten por el alma, puro sentimiento, como "Lonely Girl", "Song For Carmelita" sensibilidad a flor de piel.
Trallazos rockeros conviven con lo anterior, "I'm An Automobile", "Schoolgirl"... todo un elenco de temas para disfrutar de la Música que hace, y muy bien por cierto, este músico de Mississippi que maneja como pocos las sensaciones de estar sólo y transmitirlo.
Como buen rockero de la calle que se precie, Forbert se encarga de la voz, la guitarra y la armónica, a la que le saca girones cuando salen de su garganta las notas para hacerla gemir, acompañándose en el álbum de un grupo de músicos que hacen lo que deben y así las canciones llegan como tienen que hacerlo.
Paul Errico en los teclados, Shane Fontayne en la guitarra, Hugh McDonald al bajo, Bobby Lloyd Hicks a la batería, Bill Jones en el saxo y Kenny Kosek con el violín.
"Little Stevie Orbit" no es un disco, son un puñado de canciones que emocionan, maravilloso rock'n'roll en estado puro, el principio de muchas cosas, y si además no conoces a Steve Forbert, es una oportunidad para adentrarse en el universo de este músico que tiene mucho que ofrecer.

Side A:  Get well soon;  Cellophane city;  Song for Carmelita;  Laughter Lou;  Song for Katrina;  One more glass of beer
Side B:  Lucky;  Rain;  I'm An automobile;  Schoolgirl;  If you've gotta ask you'll never know;  Lonely girl;  A Visitor

3 comentarios:

  1. Nunca es tarde para recordarnos a este hombre genial que te llega al alma.
    Su voz, tan particular, sus canciones, todo lo que desprende es maravilloso.
    Me encanta escucharlo. Es como ese amigo que te escucha cuando no te sientes bien, que te habla suave y te relaja.
    Sí, para mí es un bálsamo y un buen compañero de muchas y muy diferentes actividades.
    Por cierto, haciendo deporte también te sigue y te marca un ritmo genial. Vamos, un todoterreno.
    Besos.
    Hasta el próximo.
    Ciao

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    1. Hasta que las sensaciones nos encuentren de nuevo.
      Besos,

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  2. Sincero, como si te tendiera la mano y te invitara a dejarte llevar, y cuando hay tanto sentimiento de por medio, las sensaciones están garantizadas.
    Un gustazo.
    Bss.

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