Traemos a un rockero de los de siempre, que no nos ha visitado antes por esas cosas que se me ocurrían de... por eso y porque es maravilloso, se da un "Paseo Por Los Sueños" y nos acompaña.
John Cougar (A Biography) 1978
Cuando aún intentaba ser uno de los mejores rockeros USA y comenzaba a deambular por estos mundos musicales, se marcó este segundo disco que siendo bastante desconocido en su discografía, contando que el éxito le llegó unos cuatro años después, en mi opinión es una maravillosa demostración de Rock'N'Roll al más puro estilo americano, y tiene piezas que definen los orígenes como músico de este tipo encantador.
Aún se llamaba John Cougar, de hecho en el disco figura como Johnny Cougar, por eso he dejado el original tal cual estaba, ya que el artista así lo decidió en su día.
Menos "callejero" y más descarnado que otros trabajos, especialmente los que le lanzaron a la fama, las composiciones son pura dinamita, la voz de Cougar emerge poderosa y sin complejos con una manera de cantar que me emociona, parece que iba a tumba abierta, y es de agradecer.
Encargándose de la voz solista y las acústicas, deja todo el peso de la Música a una banda que destila rock'n'roll por los cuatro costados, en formato clásico de cuarteto, Brian BecVvar teclados, Larry Crane guitarras, Ferd bajo, Tom Knowles batería, todos haciendo voces y con el añadido en según qué temas del saxo de Andy MacKay.
Me gusta John Cougar, he pasado momentos memorables con sus temas, y he disfrutado muchísimo con esos himnos que le hicieron el grande que es, pero cuando descubrí este disco al mismo tiempo descubrí una faceta más salvaje del músico que me apasiona, por eso para mí este trabajo es especial.
Diez temas para 43' de pura fuerza, de Rock sin paliativos, como esa maravilla con la que comienza el disco, "Born Reckless", una andanada de poderío con cortes que se te meten.
El momento vocal de Cougar es tremendo, y se nota, llega como quiere y esa voz se te mete hasta las entrañas, "Factory" una carrera contra el viento, "Night Slumming" define el estilo de este rockero cuando agarra la acústica y te introduce poco a poco en el tema hasta que la banda arranca; piezas sensibles y maravillosas, esas baladas rockeras que tan bien domina, como la preciosa "Taxi Dancer", una joya que te deja preparado para soñar, con ese saxo que te mece, o el final de fiesta con "Goodnight" para irte a las estrellas.
La tremenda "I Need A Lover" te envía a buscar ese amante donde sea a golpe de guitarras y coros desenfrenados, o la poderosa "Alley Of The Angels", con la banda en un clásico ritmo de rock, el mismo que lleva todo el disco y la marcha de "High C. Cherrie", con acústicas adormeciendo los momentos centrales, arrancadas eléctricas y cabalgada bestial.
"Where The Sidewalk Ends" y "Let Them Run Your Lives" completan este tratado de Rock'N'Roll en forma de disco que hay que escuchar para empaparse de lo que fue un rockero que se lo curró y mucho cuando aún no se creía en él.
Si te gusta John Cougar, este disco puede hacerte ver lo que realmente era, y a partir de ahí lo que fue pues... es historia.
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