domingo, 4 de marzo de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CCCXC

Esta especie de árbol genealógico que parece no tener fin en otra de esas ramas un tanto extrañas y que tampoco duró lo que debiera, claro que algunos no estaban para nada.


Black Sabbath (Heaven And Hell) 1980


Cuando se encuentran muchos egos en un mismo lugar, normalmente el talento nunca prevalece, y sí las ansias por salir de esos egos desaforados. Cuando hay excepciones suele ser maravilloso, pero no es el caso.
La sensacional apuesta de Rainbow se resquebrajó por el enfrentamiento entre Dio y Blackmore, y cuando todos pensaban que el vocalista formaría ya su propio proyecto, una banda que en ese instante estaba moribunda por miles de motivos, casi todos ajenos a la Música, lo reclutó en un intento casi desesperado por reflotar el mítico nombre, y a fe que casi lo consiguen, pero de nuevo problemas, problemas, problemas...
Black Sabbath y su intento por renacer crearon un álbum tremendo de Hard Rock alejado un poco de la oscuridad de su planteamiento como banda de culto dentro de esa corriente Dark y con Dio como vocalista hicieron una obra de muchísimos quilates que en el año 80 fue de lo mejorcito que podía escucharse.
Cuatro músicos que ya venían de vuelta de casi todo, pero aún con ganas de dar guerra, los tres miembros originales de la banda, con Tony Iommi en las guitarras, aquí más veloz que el viento, riff cuidados y solos menos oscuros, en un giro a esa forma de entender la Música que suponía la nueva entrega.
Geezer Butler en el bajo, como siempre tremendo, con las cuatro cuerdas llenando el espacio, más Hard que nunca, cabalgando sobre las notas.
Bill Ward dando réplica con esos poderosos timbales que arrasaban, un tremendo batería al servicio de esa poderosa sección que aguantaba lo que le echaran.
Ronnie James Dio no perdió su sello, la voz del Hard, esa garganta privilegiada que llegaba como quería y que al intervenir en todas las canciones y las letras acoplaba perfectamente a la Música del grupo.
El álbum son 40' de auténticos trallazos, parecía que se habían transformado y vuelto a la juventud, temas frescos, tremendos golpes de buen rock, maravillosas composiciones en las que tenía mucho que ver la idea de grupo, porque todos componen todos los temas, y la mano del gran Martin Birch en la producción se nota y mucho.
Ocho temas tratados en clave Hard, maravillosas cabalgadas sin pausa como las alucinantes "Neon Knights", "Die Young", con una endiablada carga de poder a toda pastilla, una maravilla de composición como es "Children Of The Sea" y sus 5'35'' de preciosos cambios sin parar.
"Heaven And Hell", la estrella del disco, un temazo con todos los ingredientes de buen Hard, riff pesado, una base poderosa el privilegio de la voz de Dio y esa guitarra que se te mete hasta las entrañas, toda una delicia para degustar.
El resto del disco es un paseo por la Música que nos apasiona bien hecha, en un trabajo en el cual los componentes pusieron su talento, y de eso tenían bastante, un intento que se quedó en otros dos discos que no llegaron al nivel de esta pasada que en el final de una época gloriosa aún sacó mucho brillo de algunas cabezas.
"Heaven And Hell" es puro Hard, Rock de muchos quilates, y una manera de disfrutar entendiendo lo que muchas veces ocurre dentro de ese mundo que es, por sí solo, infinito.

Side One:  Neon Knights;  Children of the Sea;  Lady Evil;  Heaven and Hell
Side Two:  Wishing Well;  Die Young;  Walk Away;  Lonely Is The Word


4 comentarios:

  1. Sabes las veces que habré escuchado el Neon Knights? cada dia cuando escuchaba el antiguo discocros de Mariano Gacia y sonaba esta sintonía... uffff una de mis preferidas del rock de todos los tiempos.
    Vengo del blog de Luna y te invito a que te pases por amigosdesabores.blogspot.com a ver que te parece.
    un abrazo

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    1. Pasaré, no lo dudes, y por supuesto gracias por esta visita, ¡¡y qué dure!!
      Un Abrazo,

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  2. Sigo ahí, buscando el momento adecuado para cada tipo de música. Para Black Sabbath lo he encontrado. Algo que puede parecer un tanto “duro” en unas horas del día se convierte en un rosario de emociones cuando la atmósfera es la adecuada.
    El tema que da título al disco “Heaven and hell” ha sido una auténtica sinfonía de sentimientos.
    No me extraña que guste o, más bien, que apasione.
    Hasta el próximo
    Ciao

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    1. Si es magia, es Música, y si hay Música, todo importa menos, las etiquetas por supuesto.
      Ciao

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