sábado, 7 de enero de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CCCXXXVII

Vamos a compensar uno de los mayores errores de "Paseando Por Los Sueños" y así damos pie a poner en orden otros que por el concepto de antes de... no entraban aquí y ahora me resultan imprescindibles. Señoras y Señores, Niñas y Niños, Monstruos y Monstruas, con vosotros...


Elliott Murphy (Night Lights) 1976


Cuando alguien lleva más de treinta discos en su carrera, y casi cuarenta años después de comenzar se sube a un escenario y entrega magia, seda, amor y pasión en forma de sonidos, no se puede elegir una obra sin casi faltarle al respeto. No sé si lo estoy haciendo, pero por alguna tenía que empezar, y este "Night Lights" me parece maravilloso porque es mi disco fetiche de este rockero neoyorquino que me sublima cuando lo escucho, me lleva a las estrellas y me hace ser alguien muy especial (al menos yo me lo creo)
Me apasiona Elliott, me parece un rockero maravilloso, un escritor de canciones genial y un músico excepcional, alguien que ha sabido adaptarse a los tiempos y ahora entrega lo que hace 20 años daba de otra manera, pero sin perder un ápice de esa calidad que tiene.
Este disco me vuelve loco porque tiene un puñado de canciones sublimes, pero en especial varias de ellas son el santo y seña de su forma de componer, historia viva del rock, temas que aún hoy toca como una obligación y una devoción cuando se sube a un escenario, y por algo será.
"Night Lights" es un tratado de rock elegante, con clase, un músico que se lo creía, otros que creían en él en un momento en el cual su toque eléctrico y callejero le salía del alma, de las entrañas de ese metro neoyorquino donde empezó.
Elliott se encarga de las guitarras, nunca estuvo tan fino con la eléctrica, genial, esa armónica que se te mete en el alma, la acústica que te acaricia y esa voz de impenitente luchador de las calles con la que llega donde tu alma requiere, porque cuenta historias como pocos, y te las hace llegar como casi ninguno.
Ernie Brooks, amigo y compañero de muchas cosas en el bajo y voces, un tremendo músico que le cubre la espalda como y cuando quiere, simplemente mágico.
Jerry Harrison en los teclados junto a Ralph Schuckett encargándose de este toque tan rockero que requieren los temas de Murphy.
Mike Braum en la batería completa el grupo de "fijos" junto a otros eventuales que acompañan en las canciones.
Nueve temas compones esta preciosidad de rock'n'roll, comenzando con la joya de la corona, ese "Diamonds By The Yard" que en sus 6'51'' nos deja una lección de composición rockera entre frenesí sostenido y balada acelerada, una joya que cualquiera hubiera querido componer.
"Deco Dance", nos da un paseo por las calles de New Orleans, una pequeña fiesta entre violines, vientos y la voz de Murphy recitando, como a él le gusta.
"Rich Girls" es una belleza de balada para que nadie olvide que este tipo sabe poner los pelos de punta.
"Abraham Lincoln Continental" es puro rock'n'roll, guitarras, la banda a por todas y de nuevo la historia por encima de todo, una gozada.
La cara B nos recibe con "Isadora's Dancers", una historia de perdedores, calles que no perdonan y la angustia a través de la Música y de esos coros de crias que te llevan...
La otra joya del disco y de su historia como músico nos la ofrece con la descomunal y desgarradora "You Never Know What You're In For", una maravilla de pieza para poner los pelos de punta, pero esa banda galopando por el cielo es... y la armónica que se te mete en el estómago ¡¡dios, cómo es!!
"Lady Stilleto" lleva de nuevo a ese rock que tanto le gusta, el de las entrañas del metro y sus historias, enganchando con la preciosa y simpática "Lookin' For A Hero", rock'n'roll para hervir la sangre, ¡¡como debe ser!!
Esta joya del rock de las calles termina con "Never As Old As You", otra animalada para no dejar indiferente, una sensación de saber absorber la Música por cada por de la piel, y eso me hace sentir vivo.
La portada, un joven Elliott en una avenida de su NY natal, casi iluminado, la contraportada una foto apenas perceptible de una escena habitual en las calles y las canciones con los créditos. El interior en álbum las letras de esos temas eternos que son historias infinitas, la entrada a uno de sus conciertos firmada y una foto del que suscribe con el gran músico.
"Night Lights" es una manera de hacer rock como no se hace ya, un tratado de esa Música salida del alma, y para mí una manera de zambullirme en lo que me vio nacer cuando esta dama llamada Música me enamoró.


2 comentarios:

  1. No por conocerlo ya deja de sorprenderme.
    He escuchado este disco de Elliott Murphy y me he enamorado de todo él pero sobre todo "Deco Dance" me ha alucinado. Después de escucharlo he buscado la misma versión cantada 20 o 30 años después y sigue siendo igual de maravillosa.
    Algo así no muere.
    Hasta el próximo.
    Ciao

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  2. Sigues en plena forma, Clara. Me alegro, porque eso es calidad, emociones, magia... Hasta el próximo, tus besos van caros. Ciao

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