domingo, 11 de diciembre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCCXVII

Vamos buscando pequeñas piezas que puedan elevar el alma hasta donde nadie que no ame la Música pueda llegar, a ver si lo conseguimos.


David Bromberg (My Own House) 1978


Un músico que me gusta mucho, con una trayectoria extensa y de calidad, moviéndose en ese estilo que tan bien maneja, folk de raíces, con toques de Blues y rock, aunque menos de ésto último y que además de ser muy buen compositor es un multi instrumentista de altísimo nivel.
Tras siete discos de estudio sacó este "My Own House" que particularmente me encanta porque fue una especie de vuelta a sus orígenes pero con un bagaje ya importante dentro de su carrera, abandonando la banda con la que solía trabajar y en formato de trío (aunque realmente es él y dos músicos en tres canciones) componer y producir un álbum de Música de lo más arraigado en las tradiciones de su país.
El propio David Bromberg se encarga de la voz, ese tono que parece sacado de una taberna en horas de madrugada, cantando como dejándose ir y asumiendo como suyas las canciones tradicionales que van desgranándose en el disco, además de dar una exhibición con la guitarra acústica y el violín en los pocos temas que no interpreta él solo, sonando como los ángeles.
George Kindler acompaña con el violín y la mandolina, en aquellos temas en los que no es Bromberg el que se lanza sin más con su guitarra, creando tremendos duetos y dando ese toque de raíz profunda.
Dick Fegy completa el trío, tocando la mandolina, el violín y el banjo, por lo que todo va en la misma dirección, y es lo que pretenden.
El disco es un tratado de Música tradicional y temas de toda la vida, un trabajo intimista y maravillosamente sentido por este músico que te envuelve como si te acunara en cada tema, cuando  se trata de las canciones en las que sólo su guitarra rompe el silencio o la voz acompaña esa cuerdas que resbalan en tus oídos es una delicia, un susurro que te atraviesa de manera maravillosa, en las composiciones donde los violines y banjo te llevan en volandas no se pierde ese toque de personalísimo instante, porque parece hecho para uno.
Doce temas, seis por cara que te invitan a viajar por lo más profundo de la Música americana, mucho rag, cajun, blues, folk y todo aderezado por la forma tan particular y personal de interpretar los temas de este músico que es una auténtica bomba.
El disco no tiene desperdicio, se te va en un suspiro y no te enteras, ahora, eso sí, no hay nada que desmerezca, genuino, genial y auténtico, como todo lo hecho con el sentimiento, y este disco está creado con las entrañas.

Cara A:  My own house (Medley);  Don't let your deal go down (Medley);  Early this morning;  Sheebeg and sheemore;  Cocaine blues;  To know her Is to love her.
Cara B:  Georgia on my mind;  Chump man blues;  Kitchen girl;  Spanish Johnny;  Black and tan;  Lower left hand corner of the night


6 comentarios:

  1. Intimo y sugerente. Un disco al alcance de todos y para disfrute de todos.
    Tienes razón cuando dices que se te va en un suspiro ¡y qué suspiro!
    Hasta el próximo.
    Ciao

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  2. Suspira, Clara, y disfruta, que de eso se trata. Besos

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  3. Deliciosas melodías con olor a tierra, esos sonidos tan cálidos que parecen abrazarte y la voz entrando por todos los rincones.. escucharlo ha sido todo un sueño.
    Como siempre un lujo.
    Besos, Agilulfo.

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  4. El lujo lo da el artista, yo sólo lo acerco para que pasee por los sueños, pero me encanta que guste, la calidad nunca sobra. Besos,

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  5. Lo bueno de ésto es que escuchando My Own House acabo de aterrizar de Irlanda. Es lo que tiene de bueno hacer volar la imaginación, que vas dónde quieres ¿no?.
    Felices sueños. Besos

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  6. Sigue imaginando, Nua, que es libre y maravillosamente emotivo. Besos y bienvenida.

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