sábado, 3 de diciembre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCCIV

Comenzamos esta nueva forma de entender nuestro "Paseo por los Sueños" con un toque en la fibra del que suscribe, aunque mucho me temo que ahora habrá bastantes de estos, porque lanzándonos a ciertas cosas...


Budgie (Never Turn Your Back On A Friend) 1973


Genuino y maravilloso exponente del Hard más descarnado y salvaje, con una clase que aburre y una calidad endiablada, los galeses Budgie son uno de esos grupos que pasará por derecho propio a la historia del Rock Duro sin haber sido las super estrellas que hubieran merecido.
Aunque sus diez discos en ese período maravilloso de actividad antes de disolverse son increíbles, mi favorito es su tercer vinilo, este "Never Turn Your Back On A Friend", simplemente porque el puñado de canciones que presenta son todas de una calidad tan exagerada que lo hacen una joya del género, y eso que el resto...
En formato de Power Trío, y en este caso nunca mejor dicho, porque destila poder por todos los lados, el disco es una sucesión tras otra de maravillosas y viscerales animaladas de Hard descarnado, salvaje, primitivo, con un sonido que se te mete en las entrañas y te devuelve a las emociones más primarias, todo un lujo.
Burke Shelly al bajo y voz, unas cuerdas vocales especialísimas, originales, con un registro maravilloso que identifica al grupo, pero es que al bajo es todo un crack, uno de mi héroes de las cuatro cuerdas, contundente, poderoso, solista y machacador, te hace temblar las tripas, genial.
Tony Bourge en las guitarras y voces, un tremendo guitarrista, duro, capaz de solos estremecedores y riff lacerantes, de una manera salvaje de arrancarte las entrañas y envolverte con esa acústica preciosa, ¡bárbaro! 
Ray Phillips completa el trío, un batería brutal, muy pero que muy salvaje, pegador incansable y capaz de llevar el ritmo donde quiera, la parte más descarnada de esta maravillosa patada en el culo.
Siete temazos forman esta joyaza del Hard más primitivo, 42'22'' repartidos en siete canciones que desde el primer surco te aplastan con un poderío salvaje, comenzando con ese himno que es "Breadfan" uno de mis temas señeros del Rock Duro, 6'10'' con riff demoledor y una base que te lleva a las estrellas, momento de cambio incluido con acústicas, una pasada. La versión de "Baby Please Don't Go" es lo más demoledor que he escuchado nunca, un temazo que es transformado en una cabalgada sin final, para de pronto con un corte seco entrar la preciosa "You Know I'll Always Love You", acústicas, arpegios, dulce y delicada, casi nada. "You're The Biggest Thing Since Powdered Milk" transforma el espacio con sus 8'51'' demenciales, entrada de solo de batería, solo de bajo, riff tan pesado que te rasga el alma, cambios de ritmo... arrasador y una joya.
La cara B nos regala otros tres trallazos, "In The Grip Of A Tyrefitter's Hand" que te mata, porque es que te mata, esa guitarra es estremecedora, pero el bajo grave que se te mete con la batería pateándote el culo no tiene nombre, ¡¡por dios!! Otro momento de rélax con "Riding My Nightmare", 2'42'' de acústicas y la voz de Shelly divina, y para acabar, la barbaridad de las barbaridades, "Parents", 10'25'' de una composición maravillosa, compleja y emocional, base rasgadora, eléctricas y acústicas alternándose por igual, la voz esplendorosa, solos inmensos, espaciales, casi de ensueño, los efectos de los periquitos abrumándote, y esa base Hard que te mantiene arriba todo el tema, simplemente maravilloso.
La portada, del gran Roger Dean, una preciosidad, con su anagrama, ese periquito que a su vez intenta domar a un ave salvaje, un dibujo que ocupa en álbum portada y contraportada, con el interior fotos, créditos y letras y ese logo del nombre que ya es historia, una joya.
Supongo que se habrá notado, pero el disco es una obra de arte, una exhibición Hard que si gusta este estilo hay que tener, saborear, degustar, imprescindible el grupo e imprescindible este álbum maravilloso del mejor Rock Duro de la historia. 




2 comentarios:

  1. La primera vez que oí "Breadfan" me impactó, pensé que no podía con ello, que era mucho para mí. Ahora considero un deleite escuchar Budgie, es pura energía musical, fantásticos.
    Besos.

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  2. La primera vez que lo escuché tenía 15 años y "se me cayeron loa palos del sombrajo" que dicen en mi tierra. Besos,

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