viernes, 2 de diciembre de 2011

Atraco A Las 3


Es una lástima que demasiadas cosas no hayan hecho que el humor que se hace en este país, pero el humor de verdad, el realizado por esos cómicos de toda la vida que lloraban para hacer reír a los demás se entregara con cuentagotas en excepcionales comedias que son parte del Arte con mayúsculas. 
Dentro de uno de esos Artes, el 7º para ser exactos, se han hecho también maravillosas exhibiciones de talento por parte de actores y directores que a pesar de ver limitados sus modos de expresión encontraban resquicios para hacer llegar obras de arte en estado puro, momentos increíbles que son pura historia dentro de una historia muy particular, la de nuestro cine, pero que por ser eso, cine, son universales.

"Atraco A Las 3" es una de esas piezas de museo que hay que disfrutar con el ánimo calmado y la mente tranquila, porque el resto viene solo. Como no podía ser de otra manera, la he visionado mil veces, en cine, en televisión, y ya con los medios actuales en DVD hasta hartarme, porque darme un atracón de esta comedia ácida y crítica, ese humor de la calle que tan bien dominan los genios de por aquí es un gustazo que siempre me animo a repetir.
Yo sigo alucinando con el guión, la manera de llevar la trama, el manejo del director, pero lo de los actores es de traca, unos iluminados en estado de gracia que se salen por donde quieren, especialmente ese monstruo sagrado llamado José Luis López Vázquez que lleva todo el peso de la historia y que simplemente lo borda.

Me encanta que no se busquen cosas más allá de lo que era la propia situación de la vida cotidiana en el país, que se refleja de manera grandiosa, con comentarios, momentos y problemas que surgían del día a día (lo del retraso por las obras y la búsqueda de un camino alternativo con el plano es de traca) la relación del déspota con los empleados, la ironía de las frases a medio decir para que no se escuchen, las sonrisas sostenidas, la bacilada del ligón en la calle, todo encarnado por personajes que representan a seres humanos al uso, ciudadanos corrientes con los problemas de cualquier persona normal.
Nada se sale de lo que te puedes encontrar en cualquier calle, salvo el humor que destila a raudales en cada escena, cada frase ocurrente, cada gesto de unos personajes increíbles que representan a un elenco variopinto de la sociedad de la época.

El ideólogo del plan, un López Vázquez en la cumbre, te arrastra por ese mundo de fantasía donde todo es posible, hace que te creas el personaje y poco a poco vas enamorándote de los subordinados que intentan golpear al poderoso, porque el resto de los actores son de traca, cada uno a lo suyo, todos en el mismo lugar pero con papeles tan diferentes que no se entrelazan nunca, y poco a poco la trama te va llevando a situaciones que por absurdas y ridículas se convierten en obras de arte transformadas por estos monstruos de la comedia.
La escena en la que se expone el plan, una maravilla, los primeros ensayos una demostración de humor de alto voltaje, todos haciendo reír dentro del tono dramático de lo que proponían, las distintas situaciones en el banco cuando van "salvaguardando" su dinero ante la gente que quería retirarlo una exhibición de monólogos agudos y magistrales, López Vázquez de seductor indomable con lo único que le sobra a la película, la guapa de turno, y esa traca final que es el desarrollo del atraco con el follón organizado por los atracadores, los que se apuntan, los empleados ejerciendo de héroes improvisados a su pesar... una barbaridad tras otra que no tiene desperdicio.

Todos los actores han sido, de una u otra forma, parte de la historia de la comedia del país, tremendos intérpretes con un talento excepcional, salidos de las tablas de los teatros de toda la vida, Alfredo Landa, un crack donde los haya, Gracita Morales, la eterna vocecita, Manuel Alexandre, un actor que me enamora, genial, de carácter, Agustín González, otro clasicazo del teatro y cine, Cassen, el cómico por excelencia... una barbaridad por separado, todos juntos una animalada de grupo.
Para mí la película es una joya, hace reír, no deja de mantener el interés, y a pesar de demasiadas cosas se consigue un guión inteligente, se critican muchas cosas y se destrozan algunos tópicos pasados por el filtro de ese humor entre bobalicón y negro que tan bien se maneja y que llega hasta las entrañas. Se consigue una unión tan perfecta con los personajes que te aferras a ellos y eres parte de lo que hacen, lo que pretenden, lo que traman, y eso no es nada fácil.

Para ir más allá de lo que es reír por reír, "Atraco A Las 3" es un homenaje a la comedia, una exhibición de lo que es ser un cómico, un actor, alguien que coge un papel y lo hace parte de su piel, una película imperecedera, imprescindible y genial.

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