viernes, 4 de noviembre de 2011

El Duende (Una Noche Con Fairport Convention)



No soy amigo de los nombrecitos que se dan a conciertos y eventos más allá del propio grupo o solista, y mucho menos cuando se intenta magnificar ciertas cosas, pero hablar de "Music Legends" en el caso que nos ocupa no es bromear, es tan cierto como lo que a lo largo de los años, especialmente de ciertos años, este grupo llamado Fairport Convention ha dado a la Música, en particular al Folk Rock Prog. con mayúsculas, amén de haber presentado algunos de los talentos más increíbles de la Música británica.
Evidentemente en el siglo XXI no me iba a encontrar con el ángel llamado Sandy, ni con Matthews ni Thompson, pero si aún quedaba el poso de todo aquello podía ser una velada increíble, y a fe que lo fue.
La sala estaba a medio llenar, no me molesta, todo lo contrario, cada cual sabe dónde va y por qué, y cuando la voz anunció en tres idiomas distintos aquello de "Señoras y Señores..." me dispuse para una noche que me llevara fuera de este mundo, algo que cada vez necesito más.

Cinco tipos con cara de echarse unas pintas y divertirse un poco tomaron el escenario, sin florituras, sin estridencias, sin nada más que el saludo con la sonrisa y los segundos que se tomaron para ocupar sus puestos sobre la escena, cinco músicos que entienden esto como una forma de vida, pero sobre todo como una pasión de la que además (benditos ellos) pueden disfrutar.
No les costó nada conectar con el público, ni con sus otros yo, porque saben de qué va esto, a lo que van y por donde se andan, y además saben que quienes van a verlos tienen claro lo que reciben, y así nadie se lleva a engaño.

No tenía ni idea de quienes componían el grupo en estos instantes, pero me encantó ver a Simon Nicol, uno de los fundadores, que con un aspecto señorial e impecable tomó su guitarra para presentar, sin preámbulos, la primera canción. Lo de la voz de este hombre no es normal, un timbre perfecto, sobrio, elegante, grave, que te penetra en el alma, es tan maravillosa su voz que cuando canta te absorbe, te embelesa, y de ahí en adelante lo que quieras. Junto a la guitarra y la voz de Nicol el formato de violín, mandolina, bajo y batería no daba lugar a dudas sobre lo que iba a venir, con el gran Dave Pegg, otro histórico post Sandy que se las sabe todas, toca lo que quiere y hace unos coros que para sí quisieran muchos solistas, y es que va muy sobrado, además de la simpatía y el humor (sin caer en lo empalagoso) que destila en directo, todo un crack.
Los solistas, con Ric Sanders a la cabeza en el violín son para mirarlos; ¡¡qué manera de tocar!! un tipo que ha estado con todo cristo, que te hace volar cuando suena, que se te mete en el alma... una maravilla, algo mágico. Chris Leslie, el más menudo, peculiar y gracioso jugando con la mandolina y haciéndola sonar como los ángeles, pero lo que más me gustó fue esa voz con la que nos derretía cuando le tocaba cantar, opuesto al tono de Nicol, pero suave, susurrante, dulce... algo increíble. El quinto en discordia Gerry Conway, otro músico que ha estado en todos los lugares, entiende la Música con una facilidad pasmosa, y sin parecer que está siempre lo sientes, maravilloso.

Con todos estos mimbres, el decorado quedó perfecto para que un duende se deslizara por la sala y nos hipnotizara, al menos a mí, que durante ciento diez minutos estuve flotando por algunas lejanas tierras que sólo encuentro en mi alma cuando escucho Música. 
En el más puro estilo del Folk inglés acometieron temas que son historia de la Música, grandes composiciones del grupo, increíbles los toques de progresivo más elaborados, tradicionales de toda la vida, con esas voces que te enamoran, tres vocales para soñar, para sentirte transportado, para estar donde quisieras; la seña de identidad del grupo, aunque con otros rostros, desfilando uno tras otro en forma de magia cuando los sonidos se convertían en parte del espacio, de las estrellas, y cuando hacían que tú fueses parte de ese universo único que creaban.
Hacía mucho tiempo que la sensibilidad de una Música tan exquisita no me poseía de esta manera, son gente que creen en lo que hacen, se divierten haciéndolo y pueden permitirse llegar hasta donde quieran porque ya no tienen absolutamente nada que demostrar.
Mención especial para el tipo del sonido (al que el grupo le dedicó un aplauso en un detallazo de estos mitos que lo son en lo que deben) porque consiguió que todo fuera perfecto, en una armonía con ellos alucinante; nos permitió disfrutar de cada solo, cada voz, cada golpe, cada instante de silencio, saber por qué y de qué manera, y los cinco hicieron lo suyo, que fue plasmarlo en el escenario.

El duende seguía jugando con las emociones, con los corazones y las almas entregadas, guiándonos por esas tierras verdes y grises, lugares apartados del mundo que habitan los seres mágicos, a través de ese puente que se había tendido entre él, los músicos y quienes como yo, queríamos seguirlos.
No abandoné la sonrisa en ningún momento, la Música me había poseído, y en eso no entro, ni puedo ni quiero evitarlo, cuando las notas me golpean la piel sólo me dejo ir, ya sé lo que ocurre luego, pero no quiero saber más allá de lo que mi mente me permite saber, mis ojos en el escenario, mi alma en sus corazones, y los instrumentos grabándose en mi piel a fuego.

Cinco músicos, un nombre mítico, una leyenda de eso que se llama Música, un estremecimiento especial cuando "Meet On The Ledge" atravesó el aire, dos lágrimas (ya no doy para más) con la preciosa y emocional "Million Dollar Bash", las voces entre canción y canción que no sobraban porque eran parte de la magia, una historia de amor que sigue haciéndome ir más allá de mis propios sueños, cuando la gente que cree en esto se empeña en seguir dándolo, a través de lo que ellos mismos sienten, que es tanto, que no puede medirse sino es con las emociones.
Fairport Convention bajó de su lugar en el Olimpo para estar entre nosotros de nuevo, sin Sandy, ni Ian, ni Richard... pero con Simon, Dave, Ric, Chris y Gerry, cinco maravillosos tipos que entienden esto como algo que merece la pena, y se les agradece, ¡¡y de qué manera!! porque soñar puede ser fácil, hacer que otros lo hagan es un milagro.

El duende fue desapareciendo poco a poco, pero dejó su halo hasta donde quiera cada uno, a mí me durará siempre, esto del amor es... y si además me lo da un personaje mágico, ¡¡¡quién soy yo para decir que no!!!


2 comentarios:

  1. Tus palabras describen emoción, magia, sentimientos, fantasía.. todo eso es la Música y saberlo vivir y sentir de esa manera, me parece algo maravilloso. Fairport Convention saben transmitir todas esas sensaciones porque sus melodías son de colores, todo un arcoíris de sonidos, con esas voces en perfecta armonía.. Dosis de tanta sensibilidad como para creerse atrapada dentro de un sueño.
    Fantásticos! Besos.

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  2. Fantástico, sensibles, susurrantes, como su Música, pura fantasía. Sí, toda una demostración de magia invisible. Besos,

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