sábado, 26 de noviembre de 2011

Discos Melocotón



Es cierto lo que he dicho, yo no tengo una novia en cada puerto, pero tengo un rincón donde me pierdo con mis sueños cuando esos sueños se convierten en Música, y si esos puertos son lugares que puedo frecuentar porque mi pasión me lleva, entonces busco el rastro de los sonidos para encontrarme con ellos.
Discos Melocotón es otro de mis lugares de sueños, más bien es el lugar donde la mayoría de esos sueños se hacen realidad, un espacio en el cual no tiene cabida lo mediocre, lo banal, lo que suena mucho o se dice y se comenta, un lugar donde la Música es la dueña, los que podemos pasearnos por allí nos sentimos los amos del universo, donde reconocerse entre las carátulas es tan fácil como aprender a amar lo bello.

Hace más de diez años que lo frecuento, antes eran situaciones esporádicas, momentos casi anecdóticos en mi vida, pero un giro del destino quiso que la frecuencia por visitar la Villa y Corte aumentara, y con ella la posibilidad de una pasión que me lleva donde nada puede alcanzarme.
Poco a poco fui conectando con Eduardo, el gurú de este templo de los sonidos, al principio de lejos, buscando y escudriñando entre los viejos discos esa portada que sonaba, ese mito del que tanto había oído hablar, esos... hasta que de pronto, un día, sin saber por qué, la magia inundó todo, y me vi envuelto en las maravillosas sensaciones que sólo la Música y los que la amamos podemos compartir, porque sale así y no se sabe por qué.
Me dejé llevar por su voz amable, siendo el aprendiz que comienza de nuevo, y todo fue llegando de la manera más natural, sin prisas, sin alardes, sin nada que no fuera el placer por aprender y el placer por dar a conocer lo que se sabía.
Con el tiempo se unió a las lecciones magistrales Pablo, ese genio que no está en las sombras porque su destello se siente y mucho, y entre todos he podido degustar de tal cantidad de delicatessen que las orgías sensoriales que me llenan apenas me dejan sentir nada que no sea mi alma hablándome.

Discos Melocotón es mi espacio, otro más, pero más especial, allí no tengo nada que no sea mi propio sentimiento, rodeado de joyas, maravillas, iconos, que se convierten en sensaciones alucinantes cuando el viejo aparato acaricia los vinilos, no tengo nada que decir porque todo me viene dado, y me penetra de una forma tan natural que resulta difícil no sentirse especial, privilegiado y tocado por los dioses, eso sí, los dioses de los sonidos que nos envuelven en toda su dimensión.
En poco más de diez años he llevado mis emociones más allá que en los veintitrés anteriores, me he zambullido en lugares de ensueño, siempre de la mano de estos dos apasionados que me han enseñado sonidos desconocidos hasta entonces, me han hecho viajar por lo que era y no estaba, por lo que no había sido y se sentía, por todo lo que debe sentirse y no nos dejan.
El sentimiento de libertad emocional es tal, que me siento más allá de la realidad, y en cierto modo estoy más allá de todo lo que me rodea, la caricia de los discos nuevos, el olor del vinilo y el cartón, la envolvente Música que sale de los altavoces, los posters e imágenes que te observan como mudos espectadores de décadas gloriosas, es un todo que te hace sentir, y eso es algo más que tomar un disco para escucharlo.

Apenas tardo quince minutos en elegir, de hecho nunca elijo, son ellos los que saben qué y por qué, y después, ese espacio que se hace eterno cuando el tiempo se detiene y comienzo a dejarme empapar por sus palabras, alguna pregunta aislada y más, y más, y más... saber de lo que me apasiona, me enamora, me tiene enganchado desde hace... ni lo recuerdo, pero que me sigue dando fuerzas para levantarme cada mañana, saber que puedo llegar, sentirme diferente y a la vez privilegiado.
Nunca tengo un sentimiento de tristeza al abandonar Discos Melocotón tras el apretón de manos, sé que volveré a escuchar a Eduardo y Pablo, a acariciar discos que nunca serán míos, a perderme entre las estanterías y ser observado, no sé la próxima fecha, ni me importa, cuando se tiene una novia que le espera, todo es más fácil, y a mí, el pedazo de alma que tengo guardado en ese lugar me esperará siempre.


3 comentarios:

  1. Sitios como estos a la fuerza deben estar llenos de tanta magia que se respira en el aire, entrar allí debe ser algo parecido a un viaje en el tiempo, donde los sonidos y las melodías te acompañan hasta ese lugar del infinito, al que tu bien llamas la Tierra de los Sueños.
    Un besazo! y sigue disfrutando!

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  2. !!Hombre!! Cuántas ganas tenía de conocer este lugar. Te he oído hablar tanto de él que ya me había hecho una idea de como sería, pero ahora que veo las fotos me será más fácil imaginarte, ahí dentro, cuando vas en busca de nuevos sueños.
    !Ah! por cierto, eso de novia,"na de na". Eso es un pedassssssso de pasión que ya quisieran muchas.
    Sigue acariciándolos como tu sabes cariño, porque eso si es amor.
    Besos para todos (Ya sabes,soy muy besucona). MUUUUUUUUUUUA.

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  3. Pasión, Amor, Música... esencia de muchas cosas, en mi caso de casi todo. Besos, queridas.

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