miércoles, 16 de noviembre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCLXXIV

Uno de esos iconos de la Música que cada mucho tiempo aparecen para ser lo que fueron, vértice y guía junto a otros iluminados en una forma única de entender los sonidos.


Genesis (Live) 1973


Algo que nunca debió ser pero que cuando fue lo hizo a medias, y me explico. No es que el disco en directo no debiera ser, porque Genesis podría haber sacado cuarenta discos quíntuples en directo y todos hubieran merecido la pena, es que el grupo no sabía que iba a salir, fue un tema de la casa discográfica mientras grababan su siguiente álbum, y por eso se queda muy corto para lo que era la Música de este grupazo que en la época era uno de los más grandes eventos de la Música.
Los 46'46'' de duración no hacen justicia a lo que eran, creaban y daban en directo, eso sí, al menos sirvió para ser el único documento oficial de la presencia en vivo de Peter Gabriel, genio, mito, icono y... todo lo demás.
Un portento de grupo con unos intérpretes que elevaban los sonidos a la categoría de arte, cinco músicos excepcionales que por sí solos ya eran geniales, pero que juntos conseguían algo que era muy difícil de lograr, la perfección, y por ahí andaban. 
Peter Gabriel, el alma del combo a las voces, flauta, bombo y tamboril, como ya se ha dicho un genio, algo sublime y uno de los más grandes del siglo XX y lo que queda; su forma de entender la Música, única, intérprete, compositor y mago en escena, un portento. Steve Hackett en las guitarras, algo maravilloso, uno de mis héroes, pura sutileza, técnica e inspiración. Tony Banks, otro mito a los teclados y voces, el músico completo, creador y excelso intérprete. Mike Rutherford, otro mito posteriormente, quizás en la época el menos bueno, pero es que era muy bueno... y para terminar, esa carita que se las trae, Phil Collins, un batería excepcional, voz en coros y maravilloso sentido de la Música, otro grande de la historia de la Música.
Esto era el grupo, pero cuando se dedicaban a componer, simplemente se salían, y la demostración en el disco es abrumadora, cinco joyas que son temazos por sí mismos, en cualquier lugar, con ese comienzo para lanzarse al vacío que es "Watcher Of The Skies", 8'34'' de pura magia unida a "Get Em Out By Friday" y sus 9'14'' de exhibición musical. La cara A termina con otro trallazo como "The Return Of The Giant Hogweed" sin desperdicio en sus 8'14'', Gabriel sin pausa, el resto con lo que quieren... mágico.
Lo mejor, para mí, lo dejan en la cara B (y ya es decir una herejía lo que comento, pero es que todo se puede mejorar) con dos bombas lanzadas a los sentidos, mi maravillosa y mil veces escuchada "Musical Box", 10'55'' de orgía musical, Progresivo puro, sin aditivos y sin fisuras, una barbaridad de tema que te atraviesa, te engancha y te machaca, y que no es sino la entrada a esa traca final con "The Knife" y sus 9'47'' de ensoñación, un viaje alucinante por los sueños más íntimos.
Se puede pedir mucho más en cuanto a la duración, un disco doble, triple, cuádruple... ¡¡qué sé yo!! lo que fuera, pero en lo que hay, es perfecto, un grupo único en un momento mágico, y eso ya es superlativo.
"Live", algo que hay que escuchar, imprescindible para conocer lo que hacían los verdaderos Genesis y apreciar el talento puro de uno de los más grandes de la historia, a partir de aquí... es cosa tuya.

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