De Vinilos y Otras Glorias CCLXVIII

Viajamos por los infinitos caminos de nuestra Música hasta el país del Sol Naciente para una experiencia sensorial que habíamos prometido.

Taj-Mahal Travellers (Live At Moderna Museet In Stockholm 1st July 1971) 1971

Como ya habíamos anunciado allá por el CXCVII de "De Vinilos y Otras Glorias", traemos el otro (por decirlo de alguna manera) disco que como parte de los dos conciertos dados por el grupo en Estocolmo forman un todo, a pesar de ser editados en vinilos separados.

En realidad este es el primero de ellos, grabado el día 1 de Julio, pero como somos así, y nos gusta saltarnos la lógica cuando podemos, pues le tocó después.

Música cósmica y espacial, esa "magia psych-drone" que ellos decían, otra hora de improvisaciones sobre bases sónicas que van saliendo de los instrumentos y sobre todo de la mente de estos seis iluminados que deleitan a quienes quieren dejarse penetrar por sus emociones, y también, por qué no decirlo, a quienes queremos realizar un viaje a través de la mente ayudados por estos sonidos paridos por el grupo.

Como ya dijimos, en un concepto de Música absolutamente libre cualquier corsé está de más, sería un error tomarla con normas, por eso las sensaciones se las crea uno mismo de una manera más extrema que con otro tipo de sonidos.

Los seis iluminados (que son leyendas en el Japón musical más extremo y radical, parte de esa cultura que nació como repudio a todo lo que la sociedad nipona hizo y dejó en la post-guerra) son los ya mencionados en el concierto del día 9, Takehisa Kosugi con el violín eléctrico, armónica, voces, etc. Ryo Koike en el bajo, santur, voces, etc. Yukio Tsuchiya con la tuba, percusión, etc. Seiji Nagai trompeta, mini-korg, sintetizadores, etc. Michihiro Kimura  voz, percusión, mandolina, etc. Tokio Hasegawa voz, percusión, etc. Kinji Hayashi, técnico electrónico.

Poco más que decir, de nuevo apuntar esa maravillosa puerta abierta que ellos mismos dejan, con el "etc" que ponen en los instrumentos, que es una Música diferente, un viaje por sonidos inexplorados, un atrevimiento mental maravilloso, y que como tal hay que tomarlo, a partir de ahí, gozar o repudiarlo pueden ser dos opciones igual de válidas, ¡como todo en esta vida, vaya!

La portada inexistente, un plástico con el título y nombre de los componente, lugar del concierto cubriendo un vinilo de color blanco.