domingo, 27 de noviembre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCC

Un evento como este, llegar a 300 discos traídos para que todos podamos disfrutar con los sonidos de las estrellas, merece algo que por clásico no tendría cabida (algún día cambiaré eso, ¡¡rediéz!!) pero la ocasión lo requiere.


The Marshall Tucker Band (Where We All Belong) 1974


Me pongo en pie para presentar es joya del Southern Rock, pero no sólo de esta corriente musical que me apasiona y me vuelve loco, sino de la Música en general, porque cualquiera con un mínimo de sensibilidad puede apreciar la barbaridad que hay contenida en los surcos de esta obra de arte, monumento a la Música y a la manera de crear e interpretar las canciones.
La MTB, por supuesto si dejamos donde corresponde a los creadores de todo este movimiento, Allman Brothers, son para mí los más genuinos exponentes por su forma tan particular de hacer esa Música que era exclusivamente suya, con el toque Marshall único y mágico.
Este maravilloso "Where We All Belong" es, en mi opinión, la cumbre de su carrera, y durante diez años hicieron demasiado bueno, pero ese excepcional puñado de canciones aderezadas por la brutalidad en directo son prácticamente leyenda de una historia que acabó demasiado pronto.
Por supuesto la banda original, y ahora nos ponemos a temblar, con el gran Toy Caldwell a las guitarras, steel y voz, un guitarrista único, nunca superado, quizás alguien le haya hecho sombra por otros motivos, pero su técnica, dominio de las seis cuerdas y la pasión en directo es algo... sublime. Tommy Caldwell al bajo y voces, otra animalada de músico, cuatro cuerdas que son un solista más, un animal sobre el escenario. Doug Gray, la voz de la MTB, esas cuerdas vocales privilegiadas para esta Música, su manera de cantar, es una maravilla, y además domina todo lo que debe hacer para estar por encima cuando se requiere, una pasada. George McCorcle en las guitarras, para que Toy haga lo que le dé la gana, riff maravillosos, fantásticos, y algún solo descarnado en temas propios, ¡¡qué tipo!! Paul T. Riddle en la batería, salvaje, rítmico, el nexo de unión de todo el grupo, el encargado de marcar y cambiar los ritmos, ¡casi nada! Jerry Eubanks, al saxo, flauta, voz y teclados, el toque especial en el sonido del grupo, lo que hacía diferente algo que ya era distinto, un músico excepcional con una sensibilidad única.
Con esta banda, el resto venía solo, porque encima componían para morirse e interpretaban mejor aún. El disco es un doble con un primer vinilo de estudio que nos entrega siete joyas, a cual mejor, momentos de country rock, sureño más salvaje, maravillosas melodías que son historia, una barbaridad para soñar como "In My Own Way", ¡¡qué cabalgada, dios!! el clásico "This Ol' Cowboy", uno de sus himnos, preciosidades como "Low Down Ways", vaqueros cabalgando por las enormes praderas, esa maravilla de sensibilidad que es "Try One More Time", y así hasta que se te escapa de las manos todo lo que está metido en esos surcos que sólo entregan magia, porque "How Can I Slow Down", "Here A Country Boy Belong", y "New She's Gone" son magia pura.
Lo mejor de todo es que el segundo disco es casi la joya de la corona, un tremendo recital en directo con cuatro canciones que son historia del Rock Sureño, historia de la Música en directo e historia de mi historia. Una banda creada para el escenario, seis músicos únicos que eran un reloj perfectamente engrasado para sonar como los ángeles, con ese iluminado llamado Toy que arrastra al infinito a una banda única, mítica, genial.
La cara A (o C, dependiendo del caso) nos destroza con una salvajada a cien por hora llamada "Ramblin'", que burrada, que manera de puntear, que saxo más salvaje, manera de sonar todos a lo bestia sin un atisbo de duda, que voz gritando... pero es que enganchan con ese himno de los himnos, el "24 Hours At A Time", 13'17'' de magia hecha Música, solos de todo dios, guitarra, saxo, bajo, violín (este por Charlie Daniels) la voz que se va, la banda arrasando... espectacular.
La cara B (o D según se mire) otras dos andanadas descomunales, la exhibición en la guitarra y voz de Toy en el "Everyday (I Have The Blues)", otra pasada más de 11'30'' para demostrar lo que eran, animales de directo; acaba esta joya de las joyas con "Take The Highway" y así nos morimos de gusto, de regusto y de lo que sea, porque después de esto hay que saber que el aterrizaje será desde muy alto.
La portada, un icono del Sureño, esa preciosidad en álbum con la pintura en blanco y negro de un viejo en el porche de su casa y la contraportada la banda en otro porche... el interior de muerte, más dibujos de todos ellos en directo y créditos.
"Where We All Belong" es una joya, una barbaridad, lo mejor de lo mejor de los mejores, y si te gusta la Música y no lo conoces, es el momento de disfrutar de una banda que fue demasiado.
Señoras y señores, niñas y niños, no tan niñas y sí tan niños, con ustedes "The Marshall Tucker Band", un sueño hecho realidad.


8 comentarios:

  1. Un beso muy especial a Charo, que anima a este loco a seguir, y que dará buena cuenta de los CCC. Te Quiero, chica, gracias por creer en los sonidos...

    ResponderEliminar
  2. Con cariño y emociones a flor de piel para Vicky que cree en esto casi tanto como yo, y ya tiene mérito. Besos, preciosa, Te Quiero.

    ResponderEliminar
  3. A esa maravillosa loca que olvida como me llamo pero no olvida las maravillosas melodías que la cubre, por estar y seguir, Mª Paz. Besos, Te Quiero

    ResponderEliminar
  4. Todos los músicos y artistas, creadores de sueños tienen su musa. Yo no soy nada de eso, pero tengo la mía, a pesar de no "Pasear Por Los Sueños" o beber del mismo vaso en esas esencias en forma de notas, pero sin ella esto no hubiera sido pensable. Te Amo

    ResponderEliminar
  5. Y por supuesto a todos los que de una manera u otra tienen la desfachatez de aventurarse en esta locura que sólo pretende entregar lo que a su vez le fue dado, porque sois los que hacéis que tenga ganas cuando realmente en ciertos momentos no las hay. Música, vida, esencia, alma... ¡¡Disfrutad!! es lo que nos queda. Besos a todos y gracias por venir

    ResponderEliminar
  6. Hola cariño! Una entrada maravillosa para un grupo muy especial para mí. Todos y cada uno de los CCC discos han sido mágicos, y tu modo de presentarlos todo un lujo. Es a ti, a quien hay que agradecer este Sueño, porque poder pasear por él, es un verdadero placer.
    Este camino no se me olvida. Me lleva siempre a ti.
    También Te Quiero.

    ResponderEliminar
  7. Gracias a tí por todo lo que nos das, por lo que nos has enseñado y por haber despertado en nosotros ese ansia de conocer más y disfrutar con los sonidos.
    CCC es algo más que 300 discos, es parte de 585 ráfagas de locura.
    Te quiero.
    Ciao

    ResponderEliminar
  8. ¿300 no es el título de una película?
    Ah si, pero en esta ocasión no estamos hablando de la "Batalla de las Termópilas", sino de una hazaña de singular envergadura, donde en un tiempo record esos 300 espartanos ( vinilos en este caso) han salido de sus estanterías y capitaneados por Agilulfo han conseguido entrar en las vidas de estos locos seguidores que formamos parte de esa aventura que se llama “Paseando por los Sueños” y arrancarnos un sinfín de emociones.

    Creo que hay unos 3.000 más esperando en formación para seguir dando guerra.

    !!Al ataque!!

    Yo también te quiero un montón. Besos.

    ResponderEliminar