viernes, 16 de septiembre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CXCVIII

Curiosamente, ya que estamos en ello y aunque parezca difícil, vamos a seguir la línea establecida en la anterior entrada porque somos así de lanzados y además estamos locos... por la Música.


Takehisa Kosugi (Catch Wave) 1974


Del maravilloso desvarío musical que eran los Taj-Mahal Travellers, uno de sus miembros se lanzó a realizar Música en solitario, con las mismas impresiones mentales y un planteamiento musical en la línea del radicalismo que el grupo practicaba.
De este modo se presenta Takehisa Kosugi con este trabajo que a diferencia de lo realizado con el grupo tiene una cierta base en cuanto a temas y concepto, pero que trata de la misma manera, improvisaciones en la más radical línea underground con licencia para todo, un viaje espacial por los senderos de la mente, porque puedes involucrarte en lo que quieras.
Más refinado en cuanto a producción y medios, quizás saliendo un poco de la oscuridad gracias a ese propio radicalismo que les convirtió en mitos, el disco es un conjunto de sonidos dirigidos a la mente, perfectamente ensamblados a pesar de la apariencia del caos más absoluto (en ello consiste, creo yo)
Dos temas, uno por cara, que juegan con los sonidos de teclados en clave de espectros que viajan a través del espacio, chirriantes melodías y cuerdas que se entremezclan para llevarnos a lugares fuera de este universo.
La cara A es una improvisación imaginada, parida e interpretada por Kosugi, "Mano-Dharma '74" 26'35'' de delirante devaneo con todo lo que es la imaginación a través de los sonidos.
En la cara B nos encontramos con "Wave Code", 22'31'' de (y cito textualmente lo traducido del japonés en el disco) "Triple performance by a solo vocalist: Takehisa Kosugi" y os puedo asegurar que es tal cual, pasado por todo tipo de instrumentos electrónicos pero tal cual.
Poco más se puede decir de este trabajo que me emociona por la libertad creativa y absoluta falta de interés por otra cosa que no sea expresar lo que realmente el artista siente, y metido en ello, lo aceptas o pasas soberanamente, porque si no, no te va a decir nada.
La portada, en álbum, un diseño de ondas en gris y blanco con algunas distorsiones blancas, la contraportada el músico interpretando y los créditos todos en japonés, algunos de ellos (sólo algunos) traducidos al inglés. El interior una foto espectacular de Kosugi interpretando con dos pantallas gigantes donde se reflejan olas.



1 comentario:

  1. h ola, vengo a saludarte y a decirte que te dejé un regalito de amistad en mi blog... Besitos

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