lunes, 12 de septiembre de 2011

The Bass Man

Aviso para navegantes: Esta no es una sección, ni quiero que lo sea, este es un pequeño homenaje a un tipo maravilloso que quiso hacer lo que hizo...


... ser compañero, amigo y la mano derecha de uno de los más grandes músicos que el Rock ha dado, y con eso ya merece todo mi respeto y cariño.
No voy a ensalzar a Gerry McAvoy por encima de las masas, sólo deseo plasmar en líneas el cariño que tengo (y él será el que abra por si no hay más o llegan cientos) por esos músicos que siendo geniales en lo que hacían estaban por decisión propia y de las propias circunstancias a la sombra de mitos y genios superlativos.
Gerry no podía ser más que Rory, eso era imposible, pero sí podía estar donde estaba para que el gran guitarrista supiera que su guitarra podía hacer lo que quisiera, que su culo estaba bien guardado. El bajo de Gerry era algo más que un instrumento, era el apoyo para que todo sonara como debía cuando el cielo se llenaba de melodías creadas por un mito, era la cabeza girada buscando a su amigo mientras aporreaba las cuatro cuerdas de una manera salvaje, bestial, incitando a que esas notas bajas te fueran pateando el estómago, porque estaba allí.
He tenido la oportunidad de ver la banda de mi querido y llorado Rory en directo, y esas miradas cómplices hacia su bajista, la imagen al lado de la batería que esperaba las órdenes, los gestos, las señales, siempre me han encantado. Había complicidad, magia, se nota esa chispa que ambos tenían sobre el escenario, porque Gerry daba lo que muchos ni se acercan, calidad, Música y sobre todo la seguridad de que algo no va a fallar nunca.

Eterno escudero, excepcional músico, su cabeza moviéndose al son de las melodías que emanaban de la guitarra, entrando poderoso tras los pasos de su amigo, invitándote a seguir un ritmo que era capaz de marcar sin esfuerzo, la imagen de Gerry va indisolublemente ligada a lo mejor de lo mejor de un genio, y eso para mí merece tanto respeto que siempre lo recuerdo. Nunca fue más allá porque no podía, o no debía, ¡¡vete tú a saber!! siempre se mantuvo en el discreto segundo plano del que sólo le sacaba el propio Rory cuando iba hacia él para compartir solos de ensueño, riffs eternos o simplemente sonrisas tras el temazo perfectamente ejecutado.
Fue discreto y a sabiendas, fue la mano derecha de un tipo único y creo que eso le convirtió en único, pero creo que además es un músico como la copa de un pino, un bajista excepcional, porque de no haber sido así nunca hubiera estado a la sombra de ese árbol enorme que nos dejó.
En un tremendo disco directo (pirata y todo, ¡¡para que me guste más!!) cuando la banda atacaba el tremendo "Bullfrog Blues", llegado el momento de la presentación y un solo tremendo de Gerry, su amigo lo lanza al universo diciendo "The Bass Man" y creo que con eso ya está todo comentado. Era él, el bajista, el que estaba allí y siempre estaría, como de hecho así fue, y lo definió como lo que era, un grande haciendo lo que debía, como debía y con quien quiso, que es lo más que se puede decir de él.

La Música necesita tipos como Gerry (podría decir el mundo, pero eso es otro cantar) músicos que van sobrados para saber lo que hacen, que además cierran el círculo en las creaciones de genios que seguramente sin ellos lo serían de igual manera, pero quizás un poco menos intensamente, gente que te hacen sentir la Música tan cercana como ellos lo hacen con quien comparten escenario, sea en un segundo plano, moviendo la cabeza al ritmo que les toca o atacando su instrumento con la solvencia y la clase de millones de kilómetros de carreteras mamando buena Música, siendo buenos, buenísimos.
Gerry no brillará con luz propia en ningún firmamento de las estrellas del Rock, no tendrá su estatua en ninguna calle de la vieja Irlanda, pero sin su brillo particular atacando las notas en su bajo, las maravillosas y eternas melodías de Rory nos hubieran llegado un poco menos, y de eso estoy seguro, como creo que el gran músico irlandés sabía.

Me gustan los músicos como Gerry, me encanta recordarlos, verlos en el escenario, en su lugar, haciendo lo que saben, que es mucho, lo que deben y como deben, que siempre está bien, y me gusta saber que mi memoria también está con ellos, porque sin su talento... eso que lo digan otros, a mí me vuelve loco.



1 comentario:

  1. Una entrañable entrada la que le has dedicado a este músico Gerry McAvoy, creo que es de justicia rescatar su nombre. Estaba junto a Rory, eso ya para empezar me vale y mucho, vaciándose todo lo que tenía en el escenario, empleándose a fondo en esos directos desgarradores.. tan inolvidables.
    Me encanta.
    Bss.

    ResponderEliminar