jueves, 18 de agosto de 2011

Juego De Sombras


Quizás me repito un poco cuando hablo de cierta gente, pero realmente me importa un bledo. Ojalá hablara siempre de gente que me interesa y me provocan lo que este tipo increíble me provocó y me provocará por los años de los años.
Estaba sólo (como ya va siendo habitual) y mirar al ordenador me causaba una abrumadora sensación de estupidez, porque no había nada que me pudiera sacar de las ganas de expresarme. Entonces me tumbé en la cama, por el placer de relajarme, dejar los músculos laxos y procurar que mi mente busque algo que me aleje de todo esto (y aquello, y lo de más allá, o sea que me aleje) y ocurrió, como tantas veces, tantas ocasiones, tantos momentos, una vieja melodía me llegó nítida, clara y poderosa, y sin darme cuenta estaba siguiendo el ritmo de "Shadow Play".

No es la primera vez, ni será la última, que el genio irlandés viene a mí para sacarme de mi hastío y provocarme una sonrisa de oreja a oreja disfrutando con su Música, aún sin ponerla; no es la primera vez porque Rory es la X en la ecuación que lleva al placer, su Música es para mí como un bálsamo, sea el más tremendo Rock o esos blues acústicos que se marcaba, pero además es de los pocos músicos que me satisface recordar como un todo, su imagen, su vieja Stratocaster, su pelo largo rizado, sus interminables camisas de cuadros, su voz y su sonrisa; Rory sonreía mucho, lo hacía sinceramente, le salía y ya está, en el escenario, en las entrevistas, con una pinta de cerveza, posando para la foto... sonreía porque era feliz con lo que hacía, la Música, y eso a mí me lo transmite.
No puedo tararear un tema suyo, o escucharlo a volumen, digamos decente, sin verle repasar el traste, con su rostro metido en cada solo, contorneándose al son de su guitarra y terminar sonriendo satisfecho por lo entregado. Por eso me llega, y me siento bien escuchándole, o imaginándome que lo hago, como ahora, con ese pedazo de tema que es el "Shadow Play" en mi cabeza mientras escribo, me tomo una cerveza o hago como que sé tocar la guitarra, porque realmente en mi mente está el músico, más allá incluso de su obra. No me pasa mucho, no soy de los que se agarran a lo que son fuera del escenario o los vinilos, pero con Rory sí me pasa, era muy especial, aún lo es, porque su legado sigue vivo, entrañable, cercano, buena gente y entregado, ¡¡¡joder!!! muy entregado, era la leche en el escenario, lo daba todo y eso a quien lo ha visto, como el que suscribe, le llega al alma.

Quizás me repito mucho, es cierto, pero es que es Rory, y con él cualquier repetición nunca sobra, ni hacer el ganso con un palo de fregona para tocar sus solos maravillosos, ni tomar una pinta con su foto colgada de la habitación, ni tararear sus temas aunque el equipo no esté donde debe, porque lo llevo en las entrañas, la Música en general, algunos en particular y a Rory cosido en esa fibra del corazón que late distinta cuando su guitarra ataca los acordes de... 

1 comentario:

  1. Siempre me resulta emocionante ver, leer o escuchar algo de Rory. Tiene esa magia especial que me hace traspasar cualquier límite conocido en cuanto a sentimientos, y forma de sentir la Música. Alguien irrepetible por su calidad como músico, y como persona.
    (Ya sabes..le quiero)

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