sábado, 6 de agosto de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CXXXI

Para esta la entrada número 300 de "Paseando por los Sueños" (de las válidas, espero) damos un salto y nos vamos al hemisferio Sur además de atravesar el charco, porque somos muy viajeros y en esto de la Música las fronteras no nos detienen.


Telegraph Avenue (Telegraph Avenue) 1971


Desde Perú aterriza en este espacio un grupo que puede considerarse el pilar del rock en aquél país, lindando siempre con la Música de la época, el rock clásico, la psicodelia y esos toques latinos que imprimían a sus canciones.
El disco es una maravillosa demostración de valentía por lo que suponía la época y el lugar, que incluyeron arrestos de algún miembro del grupo (Walo Carrillo) (aunque quizás estaban más allá que por estos lares, luego todo cambió) con ocho composiciones del propio grupo, todas cantadas en inglés y perfectamente ejecutadas. Cuatro músicos de talento, cuatro multi instrumentistas que realizaron una obra compacta, sin apenas fisuras, bajo los cánones que hemos comentado. Bo Ichikawa en la guitarra eléctrica, acústica, xilófono, piano, armónica y voz, manejando de manera solvente los ritmos latinos que adornan el disco en esos riffs cálidos, apoyado en esa voz dulce, susurrante y desgarrador con su eléctrica distorsionada. Alex Nathanson a la acústica, piano, clavicordio, bajo y voces, uno más de esos coros que el grupo manejaba a la perfección, cuando se lanza al bajo más salvaje rompe. Walo Carrillo en la percusión, batería y voces, quizás toda la base de la Música creada por el grupo, el que imprimía esos ritmos tan latinos, cálidos, que te llevan en volandas. Chachi Luján en las acústicas, percusión, piano y voces en las seis cuerdas apoyando las entradas eléctricas.
Un conjunto coral precioso, maravilloso cuando las voces solistas son dos e incluso los cuatro miembros, ritmos sin cesar, la cálida "Sungaligali" es una gozada mientras la eléctrica se lanza a solos que apoyan una percusión genial y las acústicas en esos ritmos... psicodelia en estado puro con "Let Me Start", guitarras distorsionadas, el bajo saliéndose, la batería buscando el sitio y voces a dúo, un gran solo y más de lo mismo en "Sometimes In Winter", la voz en falsete es evocadora, un tema duro, rockero, con pesados riffs rayando el rock duro, la eléctrica lanzada con solos descomunales cuando deciden cabalgar sin pausa, lo mejor del disco para mí; el tema homónimo "Telegraph Avenue", una especie de himno para acabar con coros casi celestiales y un guiño a un lugar mítico en la cultura psicodélica de la época, terminando con la armónica que parece despedirse; "Something Going" es rock de lo más clásico, al igual que "Sweet Whatever", sin embargo todos los aires latinos se desmelenan en "Happy" y "Lauralie", donde las percusiones cálidas, las voces y esas acústicas tranquilas y melodiosas impregnan de un ambiente precioso a los mismos.
Encantadores los créditos y el interior del disco nombrando Lado A y Lado B, para que no haya duda de algunos orígenes. Un pero (hay alguno más pero no los pongo) la duración irrisoria del disco, poco más de 32 minutos, pero eso es algo incontrolable en algunas ocasiones.
Si te gusta el rock hecho en el cono sur de América este es un disco que hay que escuchar, porque además de muy buena Música nos deja una visión magnífica de lo que se hacía en la época.


1 comentario:

  1. He perdido el rumbo, ¿Esto qué es? ¡Por favor que alguien me ayude!. Porque lo que yo creía que era un Paseo se ha convertido en un Viaje a los Desconocido. Traspasamos continentes a golpe de guitarras, percusiones, instrumentos de viento, voces maravillosas, ritmos nuevos, melodías diferentes.
    Gracias a Agilulfo por hacernos participes de que existe un mundo desconocido para algunos de nosotros llamado Música del Mundo.

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