viernes, 29 de julio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CXXII

Para no caer en la monotonía, una pequeña vuelta de tuerca a este viaje que en "Paseando por los Sueños" le damos a la Música y sus creadores, y por si acaso la tuerca se pasa de rosca, algo como esto...


Le Stelle Di Mario Schifano (Dedicato A...) 1967


¿Progresivo italiano? ¿Música para no escuchar? ¿El infierno en la Tierra? quizás todo y nada, o casi nada, pero para el que suscribe, porque quizás me estoy volviendo muy mío según los años que cumplo, una pequeña obra de arte de unos artistas en estado de iluminación (divina o sub-humana no lo sé pero no me importa)
El disco es una colaboración entre el arte pictórico del artista Mario Schifano y cuatro músicos jovencísimos que se trasladan de Milán a Roma, al estilo que por esas fechas se creaba en ambientes como el New York de Andy Warhol y la Velvet Underground. 
Todo el disco es una obra conceptual con improvisaciones contínuas (de hecho para mí la improvisación es el todo, aunque la grabación se divida en distintos temas con distintos títulos, y animados por la financiación del pintor los músicos consiguen realizar un disco de larga duración, una libre e improvisada "performance" vanguardista, inclinaciones psicodélicas en plena ebullición del ácido, y algún que otro deslíz progresivo, aunque siempre se le haya incluido dentro de este género en el "Bel Paese"
El disco es una ruptura con todos los cánones clásicos de la Música del momento, un experimento fuera del pop que se estilaba en Italia, en Europa y más cercano a cualquier intento de creación absolutamente fuera de la norma establecida, lo que le hace ser una isla en el océano dado la época y sobre todo el lugar de su creación, porque a orillas del Mediterráneo en el 67 era como un sacrilegio. Creo que por eso su valor es mayúsculo, por demostrar (una vez más a lo largo de la historia) que el talento no tiene límites, ni épocas, ni fechas, sólo las cadenas de la cultura falsamente entendida.
Una primera cara inmensa, con un sólo tema de idas y venidas instrumentales, guitarras distorsionadas y solos furibundos, teclados enardecidos y una percusión absolutamente arrítmica pero maravillosa. El título, de traca "Le Ultime Parole Di Brandimante Dall'Orlando Furioso, Ospite Peter Hartman, E Fine (Da Ascoltarsi Con TV Accesa, Senza Volume)", ¡¡toma ya!! toda una declaración de intenciones y un salto al vacío sin red.
La cara B divide los sonidos en cinco cortes, que me niego a llamar canciones porque para mí son un todo a pesar de las paradas entre ellas, donde por fin entra la voz, que al igual que los instrumentos se pierde en una oda a lo que no es, más guitarras pasadas por distorsiones, esos teclados que no llegan a irse aún queriéndolo. El único momento de respiro lo da la pieza "Susan Song", preciosa melodía que parece calmar los ánimos, pero volvemos a temas que van y vienen como "Molto Alto", "E Dopo" (la guitarra te corta con el acid-fuzz) "Intervallo" es eso, un espacio para lo que quieran, y acaban con "Molto Lontano (A Colori)" otra pieza para colocarse, en cualquier sentido.
La portada, una auténtica maravilla y una leyenda, diseñada por Mario Schifano, como no podía ser de otra manera, en álbum con colores rosas extremos y grises, miles de estrellas con el título alrededor de la obra, el interior un calco, y dentro del disco un libreto que presenta los créditos, fotos y una página entera de dedicatorias a sus ídolos... sublime. El vinilo, en la reedición al menos, del mismo rosa cremoso que la portada.
"Dedicato A..." una obra para soñar, gozar, evadirse, ir a ninguna parte... un disco muy especial de un grupo realmente valiente y que creyeron en la idea por encima de cualquier cosa, Música maravillosa con la que yo no tengo mesura para desaparecer, pero ¡¡ojo!! es esta Música, de modo que... tú decides.
Los paridores de la idea: Sergio Cerra (Batería), Giandomenico Crescentini (bajo), Nello Marini (órgano, pianoforte), Urbano Orlandi (guitarra)



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