domingo, 3 de julio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias XCIV

Ya que nos gusta tanto, sigamos en esta vorágine de sensaciones que nos provocan nuestros queridos amigos de vinilo, aunque en casos como este el negro se convierta en amarillo cremoso, muy cremoso.


Il Balletto Di Bronzo (YS) 1972


Uno de los grupos icónicos y de culto del denominado progresivo italiano, que llegó a su máxima expresión con este "YS" (título tomado prestado de una mítica ciudad helena desaparecida tras un maremoto) segundo y último álbum del grupo, que en la cumbre de su carrera se deshizo como el azucarillo en el café.
El grupo napolitano se posiciona en este disco como un creador de rock progresivo puro, con las características propias del género, a las que añade la musicalidad de la voz como un instrumento más, sin ruptura con el resto de los miembros del grupo, más bien al contrario, perfectamente acoplada y marcada por fases en las que juega de forma descarada con la percusión que la sigue de manera evidente.
Los teclados son el alma de esta obra, ambientes que cubren toda la parte instrumental en las que los solistas no actúan como tal, llenando todos los espacios con una sonoridad increíble, y dando ese envoltorio en momentos en los que la guitarra se lanza a riffs desesperados o punteos que desgranan toda la parte oscura de la obra, un manifiesto realmente pesimista en su concepto.
Cuando el grupo suena como un bloque llega a instantes brutales por la calidad y el concepto progresivo en grado extremo, continuos cambios de ritmo, llegadas desenfrenadas de todos los miembros y solos que se van intercalando, pero la base es la que sostiene el conjunto.
Creada como una obra conceptual, la cara A del disco se compone de la "Introduzione" y el "Primo Incontro", dejando para la cara B el "Secondo Incontro", "Terzo Incontro" y el "Epilogo", todos los temas son uno, con la idea de continuidad uno tras otro, sin pausa, dentro de lo que es una historia contada en cinco movimientos, difíciles en su concepto, en la línea marcada por un progresivo que tiene los teclados como base, y por supuesto con una calidad por parte de los músicos de altísimo nivel. Se trata pues, según la opinión del que suscribe, de una fantasía sinfónica disonante, de atmósferas oscuras, donde los teclados nos llevan por un camino de desesperación entre el pasado y el futuro, narrado como una historia cuyo final no se percibe, sobre todo por la trama pesimista de toda la obra.
Es un disco difícil, pero bellísimo, inspiradísimo en su concepto, transmitido de manera genial al vinilo que lo sustenta, agobiante, agonizante, tremendo para escuchar.
La portada, en álbum, una maravillosa presentación en forma de libro con páginas que presentan las letras de los cinco estadíos y terminan con los créditos tras siete páginas, dejando a la portada la parte más curiosa, con cuatro fotografías de una chica de siglos pasados; en contraportada el grupo en fotos ocupando también esos cuatro espacios, y en la reedición el vinilo de color amarillo cremoso, pero que muy cremoso.
Un tremendo disco prog. con todos los ingredientes de una obra para soñar, imaginar y viajar por los espacios que crea y que además uno puede ir transformando con la escucha. 




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