lunes, 25 de julio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CXIX

Otro tipo de emociones en otro viaje por esos sueños que sin movernos del lugar nos transportan alrededor del universo. Es Música, será por eso.


Museo Rosenbach (Zarathustra) 1973


Progresivo italiano con mayúsculas en esta obra de un grupo que prometía y se quedó en esta maravilla como muestra de lo que podía haber sido.
Disco complejo, como mandaban los cánones del progresivo de la época en estado puro, concebido como una obra conceptual basada en el trabajo de Friedrich Nietzche, bellísimo tanto en su Música como en las letras, cantado en italiano, manteniendo el nivel y la calidad durante todo el vinilo, temas compuestos con una base de teclados bastante habitual en el prog. de aquél país, ambientes envolventes y la guitarra despuntando según qué ocasiones, con solos furiosos. Las voces, tanto solistas como en coros realmente preciosas, con energía en pasajes que cuentan dramáticas situaciones o susurros en tempos controlados de los temas, suaves, melodiosas, bellas, interpretando y llevando a cabo la idea de todo el disco sobre la filosofía de Nietzche.
Los teclados están creando el ambiente adecuado en cada tema, "dialogando" constantemente con la guitarra, en cabalgadas inmensas o solos más pausados según los pasajes, a los que se les une, en este caso de forma poco habitual según las concepciones de composición de esa época la batería, siempre con ellos en esos mismos "diálogos" musicales, con un sentido del ritmo excepcional; continuos cambios de ritmos, viajes musicales de un lado para otro sin pausa y sin atisbo de control por parte del que escucha, lo que supone estar totalmente concentrado ante los continuos y sugerentes envites de la Música.
La cara A del disco es una larga suite, "Zarathustra" que se divide en distintos pasajes dentro de esa forma conceptual de entender el disco, donde todo lo que podía definir al progresivo en estado más puro como sonidos se ve plasmado en los surcos de esta tremenda creación.
La cara B nos deja tres temas que no son más que continuación de la misma obra, "Degli Uomini", una cabalgada furiosa sin pausa con solos alternativos de los tres músicos que llevan el peso del disco, "Della Natura" otra larga suite con la voz que recita y lleva el tempo, salvo cuando la Música arranca furiosa de nuevo; termina el disco con "Dell' Eterno Ritorno" el final de una etapa, el final de todo.
La portada en álbum, una preciosidad, con el busto de un hombre formado por un collage de imágenes que se explican en el interior; contraportada salvaje, dos manos cruzadas, una aplastando un hombre, otra desnuda con una jeringuilla clavada. El interior créditos, letras y fotos del grupo.
"Zarathustra", una belleza del progresivo en estado puro, una obra para escuchar, pensar, dejarse ir y volver si uno quiere a escucharla de nuevo.
Stefano Galifi (voz); Enzo Merogno (guitarra; Alberto Moreno (bajo); Giancarlo Golzi (batería); Pit Corradi (Teclados)





1 comentario:

  1. No dudo que sea complejo, pero he aprendido que la dificultad para la música no la da ella misma sino el momento que se le dedica.
    En el silencio de la primera hora de la tarde, con los auriculares puestos para que nada ni nadie perturbe el momento, y sin nada más en mi mente, he podido disfrutar de este disco.
    Me han encantado los coros, suaves, armónicos, acompañados de la percusión, ha resultado genial.
    Hasta el próximo.
    Ciao

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