domingo, 10 de julio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CIV

De vuelta de otros mundos emocionales, dispuestos a entregar lo que a su vez nos fue entregado, que de eso se trata, intentar que llegue lo que puede ser maravilloso y disfrutar todos de ello.


Waterloo (First Battle) 1970


Este grupo belga que nos acompaña en los instantes de hacer esta entrada fue el responsable de una obra realmente interesante del más puro progresivo donde los ambientes a base de flautas, teclados (especialmente órgano) consiguen un disco melódico con temas compactos y muy bien compuestos, en esa línea que nos gusta tanto de un estilo que nos enamora.
Cinco músicos que plasman en el vinilo temas compuestos con mucho gusto, donde se mezclan ritmos de melodías suaves y coros  con auténticas cabalgadas maravillosamente elaboradas, en las cuales los cambios de ritmo y continuos cortes mantienen la tensión de cada tema; el uso de la flauta recordando de forma clara a Ian Anderson, en temas como "Why May I Not Know", donde marca el ritmo mientras suena claramente como solista, o "Black Born Children", tema más complejo por los cambios y las continuas entradas de instrumentos, pero con la flauta salvaje, tocada al límite, un poco de reminiscencias de jazz; en todos los temas ayuda y mucho el uso del órgano, ese "Hammond" que lo mismo envuelve con su sonido que se va repartiendo protagonismo con otros instrumentos, en temas como "Life" llevando todo el peso con el ritmo continuado, y en los más melódicos como "Meet Again" o "Tumblin' Jack" dotando a las canciones de esos preciosos toques que el instrumento consigue.
A pesar de la voz solista, los coros conseguidos con el trabajo de estudio que va doblando esa voz son una constante, continuos en las distintas estrofas.
La base rítmica una auténtica brutalidad, no se limita a marcar los ritmos que sostienen las canciones y los instrumentos solistas, lo cual hacen de maravilla, sino que ellos mismos se erigen en solistan cuando recorren de arriba abajo todo el instrumento en algunas cabalgadas furiosas, como "Problems" o la monumental "Diary Of An Old Man", 10'55'' de lucimiento sin pausa de todos (el solo de flauta y bajo son para relamerse). La guitarra, instrumento solista por naturaleza deja ese protagonismo a lo largo del disco a la flauta y órgano, salvo en ocasiones puntuales como la mencionada "Diary Of...", donde se marca un solo solvente y preciso, dedicándose a riffs descarnados y poderosos, muy efectivos, eso sí. "Why Don't You Follow Me", "Guy In The Wrong Neighbourhood" son un buen ejemplo de ese protagonismo de los instrumentos mencionados con una base sólida, tremendamente compacta que les permite hacer lo que les da la gana, toques más hard en "Lonesome Road", quizás la más contundente.
Diez temas pasados por la calidad y clase de unos músicos tremendos, un disco de puro progresivo, donde los sonidos pueden llevarnos a otros grupos conocidos (quizás es el mayor defecto del álbum) pero al menos lo que se parece tanto está muy pero que muy bien hecho.
Un pedazo de disco para disfrutar de la Música sin concesiones, ambientes maravillosamente conseguidos con calidad y que si te gusta la buena Música te va a deleitar.

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