domingo, 19 de junio de 2011

Un Músico, Un Saxo


El día 18 de Junio de 2011 murió un hombre. Quizás esto no es noticia, por desgracia, por supuesto, porque cada día, aunque no lo parezca mueren millones de hombres, mujeres, niños... personas, a fin de cuentas. Quizás la noticia es que el 18 de Junio de 2011 murió un músico, no por nada, sino porque ese músico, cuando era anunciado en directo era "Big Man", y quizás en ese momento todo cambiaba, porque esperábamos el solo eterno de saxo que nos devolvía a nuestros asientos enganchados a ese halo de viento que salía de sus pulmones.
Clarence Clemons puede que no fuese un compositor excelso (no lo era) ni un músico de los que saben todo de todo (no lo sé) pero nadie puede rebatir que era el sonido de "The E Street Band" y eso empiezan a ser palabras mayores, porque hablamos de una banda que a través de las canciones de un genio ha marcado décadas de la Música y el sonido del Rock'N'Roll. Este tipo enorme, grande, con aspecto de monstruo de las galletas que lo engulle todo era capaz de crear un sonido distinto en las composiciones de un tipo que andaba sobrado para ello, es decir, que hasta las hacía especiales, y ya de por sí lo eran, ¡qué joder, que si eran especiales!
No sé las veces que he escuchado su saxo, ni tengo idea de las ocasiones que volveré a hacerlo, nunca he dejado de sentir la Música por la muerte de quienes la crean, precisamente porque pienso que es su legado, que es lo que tienen de más con respecto a los pobres mortales (como ellos, eso sí) como yo, que no dejamos nada, la Música que crean, o en este caso que interpretan, ¡y de qué manera! para hacerte sentir que vives, que eres distinto, que puedes llegar a donde quieras con los sonidos atravesándote el alma, y Clarence Clemons te atravesaba, o al menos a mí sí, por eso escribo esto, porque me siento atravesado por sus solos demoledores, eternos, salvajes a veces y susurrantes en otras, porque el saxo es un instrumento sensual, siempre me lo ha parecido, y este corpachón de tipo lo hacía tremendamente emocional, me llega, me seduce, me atraviesa... me hace el amor, ¡qué joooooooé!
Clarence Clemons no volverá a insuflar aliento a su saxo, es posible, pero entonces ¿por qué escucho su saxo mientras escribo estas líneas haciéndome el amor de nuevo en la introducción de una demencial "Spirit In The Night"? quizás porque alguien nos ha mentido y si el hombre no está queda su legado, quizás porque es mentira, no ha muerto, sólo busca un lugar distinto para poder tocar su saxo, 40 años son muchos y debe cansarse de estar en el mismo lugar, la gente que es músico, y que son buenos, y que son eternos, y que... se deben cansar de dar tanto, de hacer que el sonido sea el que es gracias a ellos, y se debe haber buscado otro escenario, otro lugar, otra... alma para atravesar, como me vuelve a atravesar ahora, después de tantas veces, tantos conciertos, tantos momentos.
Siempre he tenido la etiqueta de que no me gustaba mucho la Música de "The Boss", debía ser porque no me desmayaba con sus temas ni me corría de gusto al escucharle ¿seguro? quizás era porque no lo hacía en público, o porque decía que lo que hizo hasta el 80 era tan sublime que no podía superarse, y quizás porque ese saxo, ese maldito saxo que me hacía el amor no sonaba igual porque las canciones no se hacían para que sonaran de esa manera, seductoras, sensuales, increíblemente íntimas, por eso, al margen de todos, seguía buscando esos conciertos brutales "piratas" donde este tipo grande, enorme, negro y de mirada perdida me hacía recordar que se puede hacer el amor escuchando Música, en la soledad de una habitación, con la voz de un genio, su Amigo, las canciones creadas por un genio, su Amigo, y el sonido sensual de un instrumento que él tocaba como nadie, su saxo.
Yo no salto en los conciertos, ¡qué se le va a hacer, soy, como dicen, posiblemente con razón, un "exigenteextremistademierdaquenoentiendonada" pero en el año 2009, en la Ciudad Eterna, esa que quiero que me deje vivir en sus entrañas, este tipo me dejó pegado en el asiento con el último solo que me dedicó (estaba casi solo, el resto gritaba y saltaba, ¡qué se le va a hacer!) en la brutal versión de casi quince minutos de "Jungleland" con sus pulmones a tope, apoyado en un taburete, su Amigo mirándole y mi alma en otro lugar del universo.
Ese saxo no va a dejar de sonar, a menos que me corten la luz por falta de pago, porque cada vez que ese genio cante, arranque los corazones, atraviese las entrañas, detrás de él habrá espacio para el sonido del viento a través del instrumento que le hizo ser, por derecho propio, el que marcaba la diferencia en la mejor banda de Rock de la historia.
Clarence Clemons ha muerto, bueno, supongo que en el parte médico hay que poner algo, pero si por aquí estamos hasta arriba de discos piratas que son tremendas exhibiciones, donde vaya se va a hartar, porque ahora el tiempo no corre para él, y en la Eternidad se pueden hacer solos de saxo para que todos queden saciados.
Es cierto, no me debe gustar mucho lo que compone ese genio de Jersey, pero ahora "Kitty's Back" me está comiendo por dentro, a ver si resulta que soy un romántico, porque le están dejando hacer un solo de saxo, y me estoy poniendo de aquella manera, a ver si me he equivocado de banda... no creo, aunque no lo parezca la Música no suele engañarme, y esto es Bruce Springsteen & The E Street Band, y... "señoras y señores, al saxofón, para la Eternidad y un día, Mr. Clarence Clemons, The Big Man".
Tócala de nuevo, Clarence, que sin ti no suena igual.


2 comentarios:

  1. Ese saxo seguirá resonando desde la eternidad y nos llegará con toda la sensualidad era capaz de sacar de ese instrumento, que brillaba entre sus manos.
    Su Amigo lo besó, y se arrodilló ante él porque era eso, Un Grande "Big Man".

    ResponderEliminar
  2. Si los grandes nunca mueren….. ¿Sabes tú a dónde van los gigantes?. See you later

    ResponderEliminar