sábado, 25 de junio de 2011

Quand Les Anges Pleurent, Quelqu´un Entend de la Musique

Las emociones, los sentimientos, las formas de entender las relaciones íntimas, puede ser que me exceda, a fin de cuentas es mi pasión, parte de mi alma, pero pueden llevarse de otra forma con esas notas que acarician los sentidos en momentos en los que las entrañas tiemblan, sea esa emoción provocada por un desgarro o un momento de felicidad.
La Música, pero la que se denomina con mayúsculas, la que interpretan genios que son reyes en su limitado universo y que puede salir para traspasar cualquier forma de negación a la calidad. Los ángeles pueden no tener sexo, pero si en la eternidad deben pasar el tiempo de alguna forma, no pueden eludir la magia que las notas entrelazadas provocan creando pequeños dioses mundanos. Quizás por eso lloran, por la lejanía de sus entes cuando nosotros lo sentimos, por la sensibilidad que no pueden tocar si no es a través de nuestras emociones, o quizás porque la sienten de tal manera que se apenan de que a nosotros no nos llegue como debiera, cuando la Música es arte, sentimiento, sensaciones, seda... nadie puede, con un mínimo de sensibilidad, no vibrar, estremecerse, hacerla suya en las ocasiones en las que el alma llora, el cuerpo renuncia, la mente vaga libre.

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