sábado, 18 de junio de 2011

De Vinilos y Otras Glorias LX

Me siento orgulloso de presentar en nuestro pequeño espacio un vinilo que es una gloria, porque cuando uno se encuentra con cosas como estas, lo único que puede hacer es creer que de alguna manera la gloria existe.


Jaklin (Jaklin) 1969


El disco que nos acompaña en esta entrada es una de esas pequeñas piezas de museo que hizo que su autor fuera y dejara de serlo en él, porque "Jaklin" es un discazo creado e interpretado como principio y final, sin posibilidad de continuación, para nuestra desgracia (o no, ¡quién sabe!)
Blues de miles de millones de quilates envasados en un vinilo con diez canciones que son pura seda, creadas e interpretadas (hay cuatro que no son suyas) con una insultante facilidad que hace que te lleguen al alma, y de eso ya vamos sabiendo un poco.
Eléctricas y eclécticas, las guitarras que suenan gracias a las habilidades de Jaklin te sumergen en un universo blues del cual es difícil salir, porque lo original de la propuesta es la estructura poco al uso de las composiciones, dentro de ese sonido profundo de la Música universal que es el blues.
La voz de Jaklin es otro vehículo para transmitir eso que comentamos, siempre a punto de llegar al final, pareciendo romperse en cada nota alta que desgarra como si le fuese en ello la vida, y sobre todo y además de las guitarras el maravilloso piano y órgano de Tommy Eyre, tocados con maestría y dando incluso en algunos temas clásicos del blues, como "Early In The Morning" un giro absoluto a la forma de interpretarlos, casi jazzy en su concepción rítmica, aunque marque la pauta y de qué manera en otras barbaridades como "Just Been Left Again" donde el piano indica claramente de qué están hablando, blues, blues, más blues... y del bueno. La sección rítmica sin problemas, un batería (John Pearson) que usa muchos platillos y pocos repliques, pesada y contundente, al igual que el bajo de Andy Rae, descomunal a la hora de caerte encima, momentos en los que ayuda la guitarra rasgada y casi sucia rompiendo el aire mientras en muchos de los temas el piano juega y va realizando solos casi sin interrupción.
Además de las mencionadas, la cara A se compone de otros dos temas del propio Jaklin, la fantástica "Look For Me Baby", donde usa la acústica y el dedo steel con maestría, "Song To Katherine" con más guitarras distorsionadas y poderosas, y la tradicional "Rosie" transformada, gracias a los arreglos de Eyre en un tema absolutamente desconocido y genial.
La segunda cara no cambia de propuesta, el piano sigue siendo el alma, en este caso, como en la rítmica "The Same For You" dialogando con la guitarra eléctrica, que se te mete en las entrañas, y llega mi favorita (aunque entre diez joyas no es fácil, pero...) "I Can't Go On" un lamento maravillosamente blues, la guitarra al fondo, muy al fondo, como pidiendo permiso para ser escuchada, el piano marcando el compás y el bajo tocando, nada de acompañar, consiguiendo un bloque compacto, brutal, con la voz casi en llanto... ¡joder, qué tema!. "Going Home" es un tema para cabalgadas sin final, mucho R'n'B y esa armónica que te penetra en los oídos, la brutal "I'm Leaving", otra demostración de poder eléctrico en una banda sin fisuras, contundente, de nuevo con la armónica y esa voz angustiada, genial; todo termina con otra tradicional al uso, la gran "Catfish Blues" para envolver de manera definitiva estos 37 minutos de Música maravillosa y original.
Un disco genial, algo que se te mete porque no es lo que uno está acostumbrado a recibir de esta Música, quizás por eso me parece simplemente mágico.

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