jueves, 5 de mayo de 2011

Ese tono de Color...

Tomó el relevo de algo tan difícil como el Soul, se encargó de la llama que habían encendido talentos tan magistrales como Sam y Otis, no desmereció en absoluto de ellos, y en algunos momentos, y por su llegada en una época baldía significó mucho más, fue la esperanza para toda una raza; se encargó de hacer sentir a los suyos el orgullo de ser como eran, con un color y unas formas, convirtió la Música (otros lo usaron pero él lo llevó al cénit) en un instrumento y vehículo sexual, siendo él mismo el símbolo sin discusión, y consiguió que sus seguidores se unieran cuando rompió los cánones establecidos de la Música que profesaba y se lanzó a composiciones eternas de nueve, diez, doce, siete... minutos en contra de productores y puristas encorsetados en una sola forma de entender “su negocio”, porque Isaac Hayes estaba destinado a llevar a toda una masa de miles y miles de personas al orgasmo con su voz grave, cadenciosa y sublime incitando al placer, porque Isaac Hayes estaba destinado a recitar estrofas nunca antes oídas, sobre el orgullo, el ser, la vida de una minoría, y a recitarlas de forma única, “Rapeando”, contando, cantando, con ese órgano que se te mete, esos vientos que te llevan... al infinito.
Dotado de un talento único, Hayes fue un Músico total, cantante excepcional, con ese registro de voz tan increíble que lleva a susurrar y a conseguir que te derritas en cualquiera de sus estrofas, ya cante o recite alguno de sus interminables “raps”; su talento se alarga como instrumentista  y en especial como saxofonista, arma con la que eleva a lo sublime el arte de mantener al público en estado de embriaguez, con capacidad para solos eternos, notas infinitas que parecen llevarle al límite de su resistencia, límite que alcanza en el directo, con conciertos que han marcado un antes y un después de la Música negra, cuando se atrevió a romper barreras y a llenar estadios con gente de color, porque se convirtió en un símbolo vivo de toda una generación; otra arma arrojadiza de este Músico excepcional son los teclados, donde su virtuosismo le sirve para envolver esas composiciones cálidas que son parte del alma; pero Isaac Hayes fue creador y uno de esos visionarios que se arriesgó a controlar toda su obra, obligado por la falta de los gurús de la industria para atreverse a romper tantos tabúes juntos, convirtiéndose en el responsable único de las innumerables joyas que nos ha dejado a través de varias décadas, Música que es sueño, Música que es sexo, Música que es Soul, Música Universal, sin fronteras, donde cualquiera que posea una pizca de sensibilidad se mete sin esfuerzo, se siente transportado...
Cuando la noche se cierne sobre los sentidos, y todo se oscurece por el millar de cosas que nos acosan, es maravilloso dejarse penetrar por la voz de este creador inmenso, dejarse violentar por el encanto de sus susurros, dejarse amar por las letras calientes de este Músico que dejó de ser un revolucionario, sin pretender que sus seguidores se enfrentaran en un ideario de raza, pero que siguió queriendo hacer, crear, lograr Música, que fue hasta que nos dejó su propio jefe, desdeñando de lo establecido, llamando a las cosas por su nombre, practicando el sexo a través de sus temas, siendo él, el primer gran rapero de la Música, el heredero del Soul, Mr. Isaac Hayes.

1 comentario:

  1. En una ocasión leí un comentario sobre la rivalidad entre Barry White e Isaac Hayes en el que decía que mientras Barry susurraba de manera sugerente al oído, Isaac era quien se encargaba de rematar la faena.
    Os recomiendo que escuchéis “Black Moses” (guardo muy buen recuerdo de ese doble) y sabréis a que me refiero. Es una voz que te atraviesa y retumba en tu interior mientras te seduce.
    Espero que él haya alcanzado la tierra prometida, mientras tanto tú sigue paseando tus sueños.

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