domingo, 8 de mayo de 2011

De Vinilos y Otras Glorias XVII

Quizás nos esté gustando mucho esto, o quizás es que la Música nos apasiona tanto que no tenemos mesura a la hora de traer cosas, digamos, alucinantes, al menos para Algilulfo, así es que mientras las ganas nos hagan seguir, pues por aquí andaremos, y esta vez con otra barbaridad de curioso origen.


Morka (There Was A Time...) 1972


Considerada como la mejor banda de psycodelia griega de la historia, y en especial este como su mejor trabajo, Morka es un grupo maravillosamente musical, que nos ofrece en este trabajo catorce temas de una sensibilidad realmente importante.
Con un conjunto coral precioso en el cual se apoyan todas las composiciones, los distintos tonos de voces chicos-chica te llevan en volandas en cada tema, ya sean aquellos en los cuales la voz suave y melodiosa de Pamela Keake es la principal, perfectamente acompasada por las de los otros miembros del grupo, ya sean aquellos en los que las voces masculinas toman el mando para ser acompañadas por ella. Las armonías vocales son perfectas, y preciosas, dotando a los temas de una suavidad y a la vez una energía enormes. Cantado en inglés salvo el tema "Giati?" en griego.
Musicalmente un disco precioso que se pasea entre la psycodelia y el pop más acústico, guitarras éstas que suelen ser la base de muchas de las canciones, con la flauta dulcificando aún más los temas en los que aparece y los teclados acompañando para crear el ambiente perfecto, sin llegar nunca a ser solistas pero como cálida cubierta al resto.
La sección rítmica cumple la labor de forma sobria, quizás echo de menos más protagonismo de los bajos y la percusión, pero está claro qué es lo primordial en la Música de Morka. También la armónica aparece en algunos cortes como contrapunto a las voces, y algún devaneo de guitarra distorsionada como en el temazo "Avenue Winter", donde se permiten lanzarse mientras las voces, de nuevo las voces, enseñan el camino.
Temas de menos de tres minutos por lo general salvo algunas orgías musicales como la ya mencionada "Avenue Winter", "Fair Lady Of  1860", una especie de guiño jazzy acompasado con cambios de ritmos constantes, o "Just Like Ann", preciosa balada para el lucimiento de los coros. 
El resto de los temas preciosos, compuestos con mucha calidad y belleza, rítmicos o baladas para la calma, dan lugar a un tremendo disco de buena Música.
Para no perder la belleza, a lo musical se une una preciosa portada que asemeja el tacto de viejos escritos, abriéndose en álbum pero dejando una cubierta interior por donde aparece el vinilo, con imágenes y fotos del grupo; precioso.
Para perderse por el placer de recibir sensaciones que atraviesan las entrañas, este "There Was A Time..." merece la pena y mucho.

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