miércoles, 27 de abril de 2011

E.O.I., Dante y la Ciudad Eterna

Durante un período de mi vida, ese que uno nunca recuerda por su extensión, sino por los acontecimientos que van ocurriendo de forma continuada porque los unes con la memoria que traspasa el espacio temporal, intenté llevar a cabo el principio de un sueño, otro paseo por esos imposibles que uno se crea, en este caso espoleado por el deseo de una persona maravillosa que quería y deseaba compartir conmigo algo tan infinito como incontrolable.
Ese sueño, que tenía que ver con la lengua de Dante y una Ciudad Eterna, única, maravillosa y que por sí sola es la historia, se ha detenido por los avatares del destino, los deseos de gente ajena a mi persona pero que a pesar de no saber quién soy pueden regir parte de mi destino, y ciertas necesidades que en estos momentos (y por muchos momentos) no puedo eliminar de mi vida, y hasta que lo retome, seguiré escuchando, a través de la Música lo que me llegó de esas tierras en forma de bota, el idioma que me ha calado tanto y si puede ser, ahora que quizás la soledad me permita muchos silencios, leerlo y degustarlo como se merece.
Me fui una tarde tras la primera hora de una clase que ya no me decía nada, con mis pensamientos en otros lugares y otros problemas, pero sirvan estas líneas para recordar a la gente que realmente hicieron que ese período de tiempo mereciese la pena, porque al final es lo que queda, el recuerdo de palabras, frases y escritos escuchados por distintas voces con rostros dispares pero que siempre tienen algo que aportar.
Nunca olvido un instante que me marca, y jamás me pierdo en el recuerdo un rostro que conozco, pero soy nefasto, realmente nefasto para mantener nombres, por lo que sería injusto nombrar sin que se escribieran todos los que quiero plasmar y que tengo presente en mi memoria, pero realmente por lo que significan, o significaron en su día, no puedo dejar de escribir el nombre de Ricardo, un chaval maravilloso que nos dejó más allá de los idiomas, marcándome por su forma de entender la vida y llevarla por delante; mi querida "mamma", ese torbellino de energía capaz de demostrar que los deseos son pasiones y las amistades grabaciones a fuego. 
Esa profesora que ha dado lecciones de sabiduría emocional, junto a su pareja y en breve sus dos vástagos, maravillosa criatura que se puede definir como "buena gente" nada más y nada menos; a pesar de los pesares la única meiga que he conocido, y que me llevó a creer de nuevo en el ser humano, pero como todo lo que es magia, si se acaba el conjuro, muere el hechizo. 
Mi primera "coppia" que dejó lo que no podía ser y me dejó un poco huérfano de su sonrisa; Al mejor "cuoco" de todo el orbe, entrañable desde sus desvelos y exagerado en sus pasiones y ¿por qué no? a la más apasionada entre las delirantes, que nos perseguía y aún lo soñamos.
También a pesar, aunque estuvo bien, a esa ejecutiva que te salva un negocio imposible o te viaja hasta los confines del universo. Este chaval que aún no sabe quién es, del que me siento orgulloso como "babbo" y feliz por haberlo encontrado, a pesar de esos veintitantos de diferencia horaria.
Les Sorelles, y al final una tan solo, la risa contagiosa, el nervio al hablar, el recitado armonioso, una alegría constante.
Mi morena preferida, alta, muy alta, aparejadora y espía de mis paseos por las aceras antes de clase, que con esa voz parece que arrulla; el genuino filósofo que controla el itañol como pocos, aunque sabiendo siempre lo que se dice; la profesora que con su calma y su voz pausada vigila al chico de la "mamma" para que no se desmande; esos rizos de veinteañera amante de la Música, para sorpresa y goce del que suscribe, porque las emociones no saben de edad.
Esta mujer que sabiendo porque sabe y mucho, por haber estado y vivido en esa bota mágica derramaba dosis de serenidad. La estrella que iluminó y se apagó con la misma rapidez, esfera de cristal con angustia permanente, una maravillosa mujer parte del arte que ama, que también fue a pesar de...
Como al final, ya en la escapada, puedo decir que frente a mí no había oscuridad como se pretendía sino gente como todos los que pululamos por aquí, a los que he tratado menos pero no me han ofendido nunca, y por si acaso, aunque no lo creo y no lo veré, a Ana, que supere lo que debe que aún queda mucho.
Como me fui y ya no estoy, pues eso, que me apetecía, hay pasiones ocultas, deseos nunca dichos, imposibles viajes a ninguna parte, y sobre todo el placer de momentos inolvidables con gente auténtica, una lengua maravillosa y mi respeto a su creador.

Alguien me engañó, por eso no estoy...

2 comentarios:

  1. Son Todos los que están, pero no están todos los que son, y los que no están y no son, bien está que no estén.
    Esos destellos de pasión que denota tu escrito hace que ver que fue una buena época para ti, pero si se lee entre líneas creo que con algunas personas te vas dejando mucho pendiente.
    ¡¡¡Suerte para lo que empieces chaval!!! seguiremos en contacto en este Paseo...

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  2. La mesa que ocupabas se ha quedado vacía. Posiblemente alguien se siente en ella pero no la llenará como tú lo hacías.
    Han sido unos años maravillosos donde hemos sido una especie de familia. Las mismas caras que nacen ante los demás, que desarrollan su personalidad y se asoman a la vida mostrando lo bueno y lo malo. Personas que se han ido, otras a las que la vida se las ha llevado...
    Desde el primer día compartiste tu vida, nos fuiste regalando destellos de esa música que amas. Poco a poco te fuiste abriendo a los demás y te fuimos queriendo.
    El destino querrá apartarte de nosotros, pero hay quien se enfrenta al destino y lo vence. Ten por seguro que has calado muy hondo, y lo que enraiza bien, no muere.
    Ci vedremo.
    Ciao.

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