jueves, 28 de abril de 2011

De Vinilos y Otras Glorias IX

En un momento de éxtasis contemplativo, nos acercamos a otra corriente musical (para nada, porque sigo pensando en la globalización de la Música) que nos lleva a lejanas tierras, más concretamente al lejano oriente.


Flower Travellin' Band (Satori) 1972


Desde Japón, ese querido lugar del Sol naciente, tan inspirador para muchas cosas como desconocido en otras, traemos una obra maravillosa, algo que por lo sutil y extrañamente mágico se puede considerar, yo al menos así lo hago, una obra de arte. 
Este grupo japonés se embarcó en esta aventura de puro "Heavy Psycho" en un disco de alegorías indúes, como una obra conceptual cuyas canciones, cinco en total, son partes del tema que da título al vinilo.
Las cinco partes o cortes de Satori son un recorrido inmenso por grandes cabalgadas instrumentales, sueños que nos acercan a sonidos de oriente, con el sitar y algún que otro instrumento dulcificando un poco el poder del grupo, que cuando se lanza realiza una demostración de fuerza alucinante.
Las guitarras rompen como las olas contra los acantilados, acompañadas por una percusión que va envolviendo todo el conjunto hasta conseguir un bloque de impecable textura, con grandes jams instrumentales de músicos realmente maravillosos en estado de gracia.
Es un disco apasionante, como ya he comentado una obra maestra, y para mí eso significa un conjunto, un todo, como en este caso donde la presentación está a la altura de las circunstancias; una portada preciosa, en blanco y negro con la silueta de lo que parece un samurai en estado de reposo invadido en su interior por miles de imágenes como dibujos que representan al grupo e infinidad de alegorías orientales. El interior del álbum es una preciosidad, tomando el color la supremacía con una estatua enorme de Shiva de donde salen las imágenes del grupo y componentes de la religión, tanto astrales como terrenales.
Los músicos japoneses tienen algo muy especial, son capaces de absorber como una esponja lo que les viene del rock occidental y darle, en el caso de los grandes, ese toque tan suyo que les hace diferentes. "Satori" es una demostración de lo dicho, un disco maravilloso de tintes de rock duro con un excepcional sonido que te transporta a ese país del Sol naciente y toda su cultura.
Ojo a esos desmadres de guitarra, me llevan hasta donde quiera.
Si tienes interés por cambiar de camino y embarcarte en uno de los infinitos que tiene la Música de quilates, la Flower Travellin' Band puede llevarte, y creo, en mi opinión, que no saldrás defraudado.

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